Un articulo de: @luismanper
En días como hoy, los amantes de este deporte notamos la importancia que tiene el fútbol en nuestras vidas y comprobamos la razón que llevaba aquel autor que nos dejo aquella célebre frase; “El fútbol es lo más importante entre lo menos importante”.
Paso a narrar mis experiencias en estos días, con las cuales supongo que muchos os identificaréis, en días como hoy me levanto con 2 estómagos y noto durante todo el día un cosquilleo constante que me provoca que la mente inconscientemente se me vaya al partido que está por llegar unas horas más tarde. En días como hoy, no logro estarme quieto en un lugar más de 20 minutos porque los nervios ante el partido me hacen moverme continuamente de un lado a otro aunque vaya sin destino fijo. En días como hoy paso el día pensando que haría yo si fuera el entrenador de nuestro querido Real Madrid o que diría en las ruedas de prensa anterior y posterior al partido. En días como hoy yo me creo que tengo que poder y “decido” que tal o cual jugador de nuestro equipo debe ser forzado o incluso infiltrarlo para que pueda jugar. En días como hoy, yo me imagino cuál será mi reacción el día siguiente tanto si vienen mal dadas en el partido como si nuestro equipo triunfa.
Cuando avanza el día, mi nerviosismo aumenta exponencialmente hasta el momento en que llega el pitido inicial y tras el partido, analizo mentalmente una y otra vez las jugadas destacadas, escucho las ruedas de prensa y incluso leo algunas crónicas de periogolfos aunque eso acabe poniéndome de mal humor por las innumerables contradicciones entre lo que reflejan los “ciudadanos periodistas” y lo que realmente ha sucedido durante el encuentro. Los días siguientes sigo dando vueltas a la cabeza una y otra vez, contemplando las reacciones tanto de ganadores como de perdedores.
Para terminar, quiero parafrasear uno de los mejores artículos que he leído en mi vida, el cual fue redactado por Rafael J. Álvarez en el diario MARCA en vísperas del Mundial de Sudáfrica. Así acaba el artículo en cuestión en el cual voy a cambiar la palabra “Mundial” por la palabra “Clásico”.
“En el fondo no hay clásico por dentro y por fuera. Clásico es lo que tarda en pasar un minuto, es trabajar a medias ese día, es apurar el transbordo del Metro, es conocer la mirada de los extraños, es perdonarle los deberes a las niña, es levantarse con 2 estómagos el día que se juega el Madrid-Barça de turno, es pintarse la cara como los indígenas que todos somos,… CLÁSICO ES ARREGLAR EL MUNDO OTRO DÍA.
“Y un Madrid-Barça es hooligans, represión, filtraciones, infartos, reventa, escándalos arbitrales y hasta jugar al pelotazo. Pero hoy toca clásico”.