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El Madrid no puede permitirse más tropiezos en casa si quiere seguir optando a los primeros puestos de la tabla, ni aunque el que venga sea el actual campeón.
Madrid, 3 de Marzo de 2018 José María Cañas, losojosdeltigre.com
En una competición tan dura como la Euroliga ser sólido en casa es una de las principales cualidades más necesarias si se quiere llegar lejos en la competición. Durante los últimos años, ganar en el Palacio era una misión casi imposible para los rivales del Madrid, sin embargo (ya sea por las lesiones o por lo que sea ) esta cualidad parece que la han perdido los blancos esta temporada.
El refranero español cuenta que tres son multitud y teniendo en cuenta que el Madrid ya ha alcanzado ese mismo número en lo que a tropiezos en casa se refiere (Khimki, Estrella Roja y Olympiacos), fallar más podría ser letal ya no solo de cara a mantenerse en la lucha por los cuatro primeros puestos sino incluso para asegurar su pase a la siguiente fase.
Sin embargo, el objetivo de lograr convertir el Palacio en un fortín no va a ser sencillo y menos teniendo en cuenta el primer rival que van a recibir los blancos va a ser nada menos que el actual campeón, un Fenerbahçe que va de menos a más y que ya está tercero a dos triunfos de distancia de los blancos gracias a su buenhacer fuera de casa (7 triunfos) y a su gran defensa (la segunda mejor del campeonato).
A diferencia de en pasadas temporadas y pese a la presencia de jugadores determinantes como Vesely, Melli o Thompson, el gran peligro del conjunto turco este año es el perímetro. Sloukas, Wanamaker, Nunnally, Kalini, Datome, Ali… Son muchísimas las armas exteriores que amenazan a un equipo madridista que necesitará mostrar su mejor versión si quiere llevarse la victoria en uno de los mejores partidos que pueden verse a día de hoy en la máxima competición continental.