Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
Todo parecía que iba a ser un camino de rosas para el Real Madrid en su primer encuentro en la casa tras los iniciales veinte minutos, sin embargo, la segunda parte fue un desasosiego continuo para los blancos y que solo pueden sacar de beneficio la victoria por 94-88.
El reencuentro con Llull en el pensamiento
Volver al Wizink Center pasado un verano es sinónimo de reencuentros, besos, saludos y abrazos para todos, ello también conlleva hablar de cómo ve al equipo e, indefectiblemente, el nombre de Sergio Llull sale a escena, algo que estuvimos más que seguros que las 7.853 almas que poblaban el WiZink Center le tuvieron alguna vez en su pensamiento.
Causeur, estado ON
Laso sorprendió con los tres supuestos bases en pista, Campazzo, Doncic y Causeur salieron en el quinteto en unión de Thompkins y Ayón en el primer cinco de la temporada y donde el francés se puso el traje de anotador siendo partícipe con 7 puntos de los diez primeros del equipo ante un Andorra dormido y que no se esperaba el aluvión madridista demostrando una velocidad uno o dos puntos por debajo del bando blanco, tanto en defensa como en ataque, normal que en los cinco primeros minutos ya llevara un parcial de 14-7. No obstante, y aunque el Madrid seguía mandando en ritmo, errores en la dirección y una mejora en la defensa andorrana dejaron un marcador algo más apañado de 26-18.
A placer
Si ya le contábamos lo que pasaba en el primer cuarto, el segundo fue mucho más paseo blanco, tiempo para rotaciones, excelente agresividad defensiva, entrada de la gente nueva como Yusta, dos faltas muy rápidas, y Kuzmic con buenos minutos del pívot serbio demostrando su juego de espaldas al aro aunque un poco blando de manos. El caso fue que el Rel Madrid mandó con cinco minutos de vértigo y cinco de contemporización con el único susto del golpe que sufrió Luka Doncic en sus partes nobles y que le mandó al banquillo. Al vestuario se retiran ambos conjuntos y con dominio claro local por 50-35.
Cortocircuito
Del 50 – 35 del descanso al 53-48 que puso Andorra en el luminoso,l solo pasaron poco más de tres minutos, el tiempo en que Andorra se metió nuevamente en el partido y donde el Madrid hizo una premisa básica, dejó de correr y eso dio alas a los visitantes que empezaron a creer en sus posibilidades, convirtiéndose el partido en un juego más anodino, con escasos contraataques, pocas ideas en el juego del Real Madrid en un momento que el 5×5 mandaba. Así las cosas todo quedaba para el último cuarto tras terminar este tercero con 63-60 y un parcial demoledor de 13-25.
Con pico y pala
El partido estaba para pocas florituras y sí mucho pico con pala, con decirles que a falta de 7 minutos ya estaban ambos equipos en bonus, pueden ir haciéndose una idea, los nervios empezaban a apretar (al iguual que el marcador) y el Madrid abusaba del bote en demasía, solo alguna acción individual daba aire a los blancos (Trey Thompkins y Fabien Causeur por poner dos ejemplos desde el triple) y que dejaba una ventaja de 79-69 a 5 minutos del final que podía parecer definitiva.
Terminamos con el mismo
No podemos por menos que dejar como último párrafo a Fabien Causeur, el jugador que hace de todo y, por ahora, todo bien, rebotea si hace falta, asiste con calidad, tira cuando debe hacerlo y penetra con estilo, asumió el mando de las operaciones en los últimos minutos y fue pieza básica en el triunfo final del Real Madrid por 94-88.
Así terminamos hoy, nuestra próxima cita nos lleva al jueves 5 ante Bilbao Basket en Miribilla, será otra nueva prueba de lo que puede hacer el Madrid este año en liga y, mientras tanto, sigan sonriendo.