OJO AL BLANCO: La peor despedida posible es dar mala imagen

Una crónica de: @Javirodespi planetacb

El Real Madrid acabó su participación en Estambul en cuarto lugar, que le sitúa entre los mejores de Europa, evidentemente, pero este buen resultado nos ha dejado un sinsabor con este último partido en que los blancos no dejaron ni un resquicio para la ilusión de los suyos y cayeron con un rotundo 70-94.

Hunter y Suárez a la grada

En esta ocasión, ninguno de los veteranos fue objeto de quedar fuera de convocatoria, los nombres propios fueron Othello Hunter y Álex Suárez, éste último se quedó sin disputar ni un solo minuto en esta Final Four.

Dos equipos, dos velocidades

Mientras uno de los equipos tenía claro lo que estaba jugando y estaba dispuesto a dejar una buena imagen en Estambul, el otro salió a verlas venir, sin ninguna tensión competitiva, sin llegar a las ayudas, permitiendo un juego comodísimo y dando una imagen bastante impropia para lo que se espera de ellos. Un resultado de 20-41 cuando quedaban cinco minutos para el final del primer tiempo ya nos dice a las claras lo que estaba pasando, como muestra del cabreo de Laso le dejamos la inmensa bronca que echó a Luka Doncic en un cambio.

La vergüenza torera de los veteranos 

Precisamente tuvieron que ser los dos que no jugaron ni un minuto los primeros que dieron muestras de que el Real Madrid tenía que luchar por el tercer puesto de Europa (que se dice pronto), en las mejores condiciones posibles, en el caso del capitán Felipe Reyes, dando muestras de que le daba igual el rival que tuviera enfrente y su lucha en el poste bajo tuvo su premio con acciones de mérito, y en el otro lado, Chapu Nocioni, con ganas de sacarse la espina de no jugar y regalándonos un costa a costa que finalizó en un 2+1, ellos fueron quiénes sacaron la garra para que el resultado al descanso fuera menos preocupante con un 32-45.

Un comienzo prometedor que se fue diluyendo

Nueva imagen dio el Real Madrid en el comienzo, con una mayor intensidad defensiva, inclusive con piques que hacían parecer que estábamos en un nuevo partido, como así le pasó a De Colo con Taylor o Ayón con Jackson, sin duda fueron los mejores momentos del Madrid que llegó a ponerse a ocho puntos y con la apariencia de querer ir a por el partido, pero todo se fue diluyendo, bien por las rotaciones, por los malos tiros, por una apatía general o, sencillamente, porque al Real Madrid le daba igual ser cuarto o tercero.

Un final impropio 

Los momentos postreros del encuentro, con CSKA moviendo el balón completamente a placer, con Itoudis dando minutos a jóvenes como Kulagin, al que sus compañeros le hacían aclarados, con un Madrid que llegó a perder hasta cuatro balones seguidos, dejan una imagen pobrísima del conjunto de Laso en esta Final Four, ya sabemos que, salvo la diferencia entre recibir 150.000 y 300.000 euros, premios que le corresponden a quién quede cuarto y tercero respectivamente, no afecta a un club como el Madrid, pero creemos que la intensidad, aunque sea solo por agradar a aquellos que se han desplazado y a los que le siguen fielmente partido a partido, debería haber sido otra.

Así nos despedimos hoy, dejamos a Estambul para que dirime quién será el próximo campeón de Euroliga, nosotros nos despedimos hasta el próximo miércoles en que volvemos, ya en modo playoff ACB, contra Morabanc Andorra, empieza la lucha por un nuevo título para el Real Madrid.