por Una crónica de: @Javirodespi – planetacb
Venir de guerras anteriores, mucho más intensas y trabajadas, ocasiona partidos así, el Real Madrid acabó venciendo al Movistar Estudiantes por 79-72 en un derbi completamente descafeinado, donde no vimos en ningún momento al MVP Jackson y en donde el conjunto blanco le sirvió un par de tímidos arreones para llevarse la victoria sin demasiados problemas.
Foto: Virginia Pacheco / Planetacb
Sin confianzas con revolución
El Real Madrid no se permitió ni un lujo al inicio del partido, por un lado la baja de Álex Suárez (junto a la ya conocida de Gustavo Ayón) ya hacía prever que iba a haber pocas concesiones con un quinteto revolucionario donde Felipe Reyes fue colocado de cinco ante la ausencia del mexicano y con la vuelta de Jonas Maciulis tras su ausencia en el último encuentro de Euroliga que empezó fuerte con dos triples consecutivos.
Comienzo prometedor blanco
Con un inicio donde parecía que el equipo de Euroliga era el Estu por los dos partidos jugados esta semana, el Madrid impuso su ritmo de ataque desde el inicio llevando la iniciativa en el marcador y donde el conjunto de Serrano no podía encontrar a un Jackson que era secado por Taylor o Brown que sumaba tres faltas en su enfrentamiento con Felipe.Reyes Sin embargo, la cosa no se mantuvo mucho tiempo y en un ambiente más frío que otra cosa, Estudiantes fue capaz de encontrar acierto con su pareja de exteriores Cook y Jaime Fernández desde la línea de 6.75 que dejaba un apretado marcador de 23-20 en el final del primer cuarto.
Aburriendo a las ovejas
Desde luego no podemos decir que el segundo cuarto fuera un canto al baloncesto, ataques larguísimos, fallos claros con mucha inoperancia desde 6.75, especialmente Nocioni con 0/3 y Vicedo con 0/4 más defensas en que nadie se encontraba cómodo en el desarrollo del juego, nos dejaba un encuentro tedioso que los colegiados se encargaron de animar un rato tras una falta en ataque más que dudosa a Felipe Reyes más una técnica a Hunter que hizo despertar (algo) al respetable aunque tampoco era para echar cohetes.
Más de lo mismo hasta que…
…el Madrid se dio cuenta de que estaba en un partido y que tenía la obligación de ganar, hasta ese momento, salvo el capitán Felipe Reyes, que no nos extrañaría que algún ojeador le estuviera vigilando (es broma, no se me alteren), era quién bregaba más con sus 8 puntos y 8 rebotes que le convertían en el MVP del partido. El momento cumbre vino tras tiempo muerto y donde Luka Doncic abrió el tarro de las esencias para romper el ritmo anodino del partido y hacer que el equipo se fuera al último cuarto con 11 puntos de ventaja.
Doncic on fire. El @RMBaloncesto muy cerca de llevarse el partido. #LigaEndesa pic.twitter.com/Q6FpATpcXb
— #0 (@cero) 30 de abril de 2017
Contemporización con riesgo
El partido estaba tan frío con las 9.457 almas que andábamos por el Palacio, que prácticamente nos dejamos llevar hasta el final del encuentro y que prácticamente no tuvo más acción reseñable que ver pasar el tiempo, pero claro, eso puede llevar a que te encuentres, a falta de menos de 1.30 con solo cinco puntos abajo, tipo Darussafaka de los últimos encuentros y que toque volver a poner un poco más de concentración en defensa para que no haya excesivas sorpresas como así sucedió al final para dejar un marcador de 79-72.
Así terminamos hoy, nuestra próxima cita nos lleva a Manresa, donde el Madrid recuperará el partido que tenía aplazado por los playoffs de Euroliga y en el que, caso de victoria, cogerá el liderato.
