Una crónica de: @luismanper
Tras la dura derrota del pasado Clásico por no saber parar un contraataque en la última jugada del partido con una mísera falta que acabó en el gol de Messi en el 92, el Real Madrid afronta lo que le resta de temporada sin margen de error empatado a puntos con el Barça con el golaverage ganado por los catalanes. Afortunadamente, la segunda unidad del Real Madrid ha respondido con creces cuajando un partido sensacional ante el Deportivo desde los primeros minutos en el que pudo marcar fácilmente más de 10 goles.
Volvió Zidane a apostar por una rotación extrema en la que solo repitieron 2 jugadores que disputaron el Clásico, por lo que formó con Kiko Casilla en portería, Danilo y Marcelo de laterales con Nacho y Varane de centrales, el francés reaparecía hoy tras mucho tiempo sin jugar porque reapareció contra el Alavés pero duró 10 minutos hasta que volvió a lesionarse, el mediocampo lo ocuparon Kovacic en el eje acompañado de Isco y James, con Asensio, Morata y Lucas en la delantera.
Empezó el partido mejor imposible, porque Morata recibió en un lateral del área pequeña cuando apenas se llevaba un minuto de partido y colocó el 0-1 con un potente trallazo ante el que poco pudo hacer el portero del Depor, a partir de ese momento el equipo tuvo un sinfín de ocasiones que inexplicablemente no conseguían transformar ni Asensio que tuvo dos mano a mano que le acabó sacando el portero, ni Morata que también tuvo varias ocasiones claras pero también le faltó definición, hasta que por fin James finalizó en gol un contraataque extraordinariamente llevado por Kovacic, que hoy se ha erigido en el dueño y señor del partido, rompiendo las líneas del Depor continuamente.
Siguió teniendo ocasiones clamorosas el Real Madrid, especialmente por medio de Morata que tuvo otro mano a mano que acabó estrellando en la cara del portero hasta el punto de que lo tuvieron que cambiar en el descanso por el fortísimo balonazo que recibió de Morata, cuando nuestro delantero lo tenía todo a favor para poner el 0-3. Pocos minutos después y visto que el equipo no era capaz de cerrar el partido, el Depor empezó a estirarse y en una jugada con varios rebotes acabó marcando el 1-2 para apretar el partido y rondar el empate, sobre todo en una cantada aérea de Kiko Casilla cuyo despeje de puños rebotó en Sidnei y no se convirtió de milagro en el empate a 2.
En ese momento, apareció Isco para cuajar una jugada formidable con roulette incluida en la que acabó cediendo el balón a Marcelo para que pusiera el pase de la muerte, que un defensa dejó muerto en el área pequeña y que fue rematado en semifallo por Lucas Vázquez, pero por suerte su remate se convirtió en el 1-3, ese gol de los que llaman psicológicos hizo bastante daño al Depor y a la vuelta de los vestuarios se vio otro torrente de ocasiones del Real Madrid, que por momentos ha dado un soberano baño de juego al Depor, pero el equipo seguía desesperando con la poca pegada que tiene en los metros finales esta vez iba a ser Lucas Vázquez quien iba a mandar fuera un contraataque cuando lo tenía todo a favor, luego sería Nacho quien metió un balón en el área pequeña que fue despejado por el hombro por un defensa deportivista sin que el árbitro apreciase penalti.
Pero la exhibición de Isco y Kovacic en el mediocampo continuaba, y los delanteros seguían perdonando oportunidades de gol como otra de James, quien cuando ya estaba el portero batido quiso meterla por el palo corto pero su disparo lo desvió un defensa, finalmente un balón recuperado por Kovacic acabó en un sublime pase de Isco a Morata que se regateó al portero pero se quedó sin ángulo, por lo que cedió el balón atrás para que James lo empujara a gol, después fue el propio Isco quien iba a redondear su noche marcando el 2-5 rematando a gol un centro raso de Lucas Vázquez, posteriormente el propio Lucas arriesgó cometer un penalti en contra porque llegó muy tarde para intentar evitar el remate de un rival a quien se llevó por delante, pero el árbitro no pitó penalti.
Después de su gol el malagueño dejó su puesto a Casemiro mientras que Asensio hacía lo propio con Mariano, también salió Joselu en el Depor a causa de la lesión de un compañero y la maldición del Real Madrid con sus exjugadores siguió cumpliéndose pues el delantero gallego primero nos marcó un gol que fue anulado por fuera de juego y luego remató a la red un cabezazo inapelable para poner el 2-5 en el marcador, y pudo ser peor porque minutos después otro fallo en una salida aérea de Kiko Casilla estuvo a punto de costarnos otro gol en contra, luego sería Mariano quien tuvo 2 ocasiones claras en la primera interceptó un pase al portero del Depor pero pecó de egoísta y en vez de dar el balón a Morata cuando estaba solo en el área pequeña, intentó regatear al portero para marcar su gol pero Tyton le atrapó el balón desperdiciando la enésima ocasión del Real Madrid hoy, luego sería el árbitro quien le anularía un gol legal al propio Mariano.
El partido acabó con el debut de Álvaro Tejero en Liga quien sustituyó a Varane en los últimos minutos, tanto el central francés como Nacho han solventado brillantemente el difícil compromiso de hoy, especial mérito tiene el canterano que está jugando más que nunca esta temporada debido a las lesiones de sus compañeros y no está desentonando en absoluto, el partido lo cerraría Casemiro certificando el 2-6 final con un disparo raso desde fuera del área que se tragó el portero Tyton pasándole el balón por debajo del cuerpo.
En definitiva, el partido de hoy ha demostrado por enésima vez la gran amplitud de plantilla que tiene este equipo y el error que comete Zidane cuando pone en los partidos grandes a su once titular estén en el estado físico que estén, con la cantidad de alternativas válidas que hay en la plantilla para no arriesgar a jugadores que no estén al 100% como ocurrió en el pasado Clásico, esperemos que en los partidos que quedan de temporada Zizou sepa aprovechar todos los recursos de esta excelente plantilla para que nos lleve a ganar los dos títulos en los que competimos, de momento en Liga seguimos dependiendo de nosotros mismos para cantar el alirón.