Un articulo de: @resurreccion_93
La ciclotimia es un estado mental caracterizado por variaciones del humor, que pasa de la euforia a la depresión, tristeza o melancolía, sin solución de continuidad.
En ese estado mental veo al equipo en este comienzo de temporada y así veo al madridismo, escrutando las redes sociales, pasamos de la euforia a la depresión en cuestión de minutos. Es mi percepción, o al menos es mÍ estado particular que con osadía pretendo hacer extensible a todos.
A principio de la tarde del Sábado una extraña euforia me embargaba tras la victoria culé, no me preguntéis por qué, que se tornó en cabreo y tristeza a eso de las ocho. Según terminó nuestro partido un arranque de rabia, mezclado con impotencia invadió todo mi ser y me lancé con avidez hacia el dócil papel para relatar lo vergonzante que es empatar en “El Templo” contra un equipo muy menor que comparte el farolillo rojo con otro equipo andaluz al que odia por eso de las rencillas regionales tan típicas en esta amada pero desquiciada “piel de toro”. Mientras escribo este relato estoy casi más pendiente de que deparará la “boutade” independentista de nuestros paisanos del país imaginario que de lo realmente importante, así que centrémonos. A eso de las ocho mi cuerpo me pedía plasmar en papel, que no es de recibo que el 10 veces campeón de Europa sea incapaz de marcar un mísero gol a un equipo muy inferior, que como único argumento futbolístico propuso poner un autobús de dos pisos delante del área de un extraño personaje de color (negro) ataviado con una cantosa equipación naranja. En un principio la habitual indolencia y prepotencia de los nuestros hacía innecesaria la actuación de este muchacho africano, ya que sus compañeros maniobraban con tortuosa eficacia el macroautobus y se valían para contemporizar el anodino ataque de nuestras estrellas. Una mala leche en alza me pedía a gritos algo de actitud, algo de garra, un poco de mordiente, al menos un rayajo en la carrocería de ese coche de línea que los chicos del “espeto” habían plantado en medio de la Castellana.
A todo esto no hay quien me quite la idea de que aquel portentoso teutón que llegó de Baviera en agosto de 2014 ha sido raptado y en su lugar nos han colado un rubio de botellón nacido al Sur de Andorra ¿Dónde estás Toni? ¿Quién te ha secuestrado? Pagaremos lo que haga falta para que vuelvas.
No sé si el orondo Benítez subió los decibelios en el descanso y apretó las clavijas a los tranquilísimos jugadores que siempre piensan cuando juegan contra equipos menores que el devenir de los acontecimientos pondrá el lógico gol en el tanteador sin mayor esfuerzo, y quizás eso los hizo despertar de su sopor y darse cuenta que igual que contra el Granada una semana antes o se “arremangaban” o aquello podía acabar en tragedia.
A la segunda mitad, podemos ponerle algunos peros (¡Ay Cristiano de mi vida! ¿Qué te pasa corazón? ¿Es aún la “saudade” por Irina?¿O es el tiempo que no perdona ni a los más magníficos Apolos?) mas en términos generales el equipo cumplió, se crearon muchísimas ocasiones, la zaga malacitana no daba abasto para tapar la acometida blanca pero hete aquí que surgió la figura de un guardia de tráfico de ébano que enfundado en su chaleco reflectante naranja puso orden en la autopista cuando el autobús malagueño se quedó averiado y dispersó con éxito la operación retorno blanca.
Al bueno de Kameni le echó una manita el comisario político de turno enviado por Villar & company, nada nuevo a estas alturas de la película, ya sabemos que debemos jugar contra nuestra prepotencia, nuestra historia, los rivales hipermotivados por medirse al mejor y contra los poderes fácticos que han decidido desbancarnos del trono por lo civil o por lo criminal.
Pero a mí todo eso me da igual, no justifico un resultado negativo bajo ningún concepto y por eso mi ciclotimia derivó en ira y tristeza cuando se consumó el desastre en el Bernabéu ¡Adiós a mi euforia inicial! No pude escribir en ese momento, mi depresión pudo a mi ira.
Hoy con algo más de calma, analizando todas las circunstancias sabiéndonos a principio de temporada y observando la irregularidad con que han empezado todos los grandes en todas las ligas importantes, reflexiono y pienso que esto va a ser muy largo, que los equipos por pequeños que sean van a salir a todos los campos a vender cara su piel, que tenemos portero y además es buenísimo y que con algo de suerte en breve Cristiano batirá su nuevo record personal con lo cual su neurosis obsesiva de turno desaparecerá y su egoísmo volverá a beneficiar al equipo; pronto volverán los jugadores que más determinan nuestro buen juego junto con Modric, James y Bale que ya están en la recta final de su recuperación y también están casi a punto otros que nos ayudaran a mejorar aspectos defensivos como son Ramos y Danilo. En esto daremos tiempo al mister a que ajuste los sistemas y movimientos de ataque para que la simbiosis entre pocos goles encajados y efectividad adelante nos haga “campeonar”.
No sé lo que me durará este episodio de calma y raciocinio. Poco muy poco porque el Miércoles volvemos a nuestra casa, a la Champions y entonces empezará de nuevo mi adrenalina a brotar en abundancia, la emoción a dispararse para poner de nuevo a cien mi euforia y así comenzar un nuevo periodo de mi MADRIDISMO CICLOTIMICO…
¡HALA MADRID Y NADA MÁS!