CRÓNICA | ✍️ DON ERRE QUE ERRE: RCD ESPANYOL 1-0 REAL MADRID

Una crónica de: @JAgilminguez

“Don Erre que Erre” es una película española dirigida por José Luis Sáenz de Heredia en el año 1970, en la que el gran Paco Martínez Soria interpreta uno de sus más icónicos personajes: el de una persona de ideas fijas.

Nuestro Don Erre que Erre” de hoy en día no es otro que Don Carlo Ancelotti. Y hoy lo ha sido por varios motivos:

El primero de ellos, el insistir en el lateral derecho con Lucas Vázquez, algo totalmente indefendible a estas alturas de la temporada. Como era de esperar, el bravo jugador gallego no ha estado a la altura. Lastrado por la edad y los minutos acumulados, sumado a jugar en un puesto que no es el suyo, han provocado que su banda fuese esta noche un camino totalmente expedito para los jugadores del Espanyol.

Imagen: realmadrid.com 

El segundo, por volver a alinear en el centro de la defensa a Rüdiger. En el mes más exigente de la temporada, donde se juega un partido cada tres días, y con Atlético y City en el horizonte, ha decidido que en un partido propicio para efectuar las rotaciones que tan necesarias son, el alemán debía arrancar en el once inicial. Tras 33 partidos disputados de los 35 que lleva el Real Madrid ésta temporada y 2900 minutos en sus piernas, la rodilla del central alemán ha dicho basta. Era algo que se veía venir desde hace tiempo. Incomprensible la gestión del italiano. Tuvo que entrar Asencio en su lugar a los quince minutos de partido.

Se ha usado la palabra “negligencia” muy a menudo esta temporada, pero nunca ha estado tan justificada como en el día de hoy.

Volvió Ancelotti al 4-3-3, con Ceballos y Valverde en el medio y Bellingham por delante de ellos, con el tridente Vini-Mbappé-Rodrygo arriba. Como muchas otras veces, esa formación acabó convertida en un 4-2-4, dejando al equipo totalmente partido en las transiciones. Pesa el cansancio y la falta de rotaciones en un calendario tan exigente. Ese cansancio, tanto físico como mental, está haciendo mella en los jugadores del Real Madrid, y especialmente en los casos de Vinicius y Valverde.

Imagen: realmadrid.com 

A mayor abundamiento, nos hemos acostumbrado últimamente a fijarnos más en quién será el árbitro del encuentro en lugar de quién será nuestro rival. Hoy no ha sido la excepción. Si bien la primera parte del Real Madrid ha sido floja en el aspecto ofensivo, no es menos cierto que la actuación arbitral ha marcado el devenir del partido.

Muñiz Ruiz, uno de los sospechosos habituales, ha comenzado dejando sin tarjeta amarilla (y sin sanción alguna) una dura entrada de Lozano sobre Vinicius. Así mismo, una clara mano de Jofre en una disputa con Fran García dentro del área, ha pasado totalmente desapercibida tanto para el árbitro como para el VAR. Para rizar el rizo, anuló un gran gol de Vinicius en una jugada precedida de un claro penalti de Lozano sobre Mbappé, con la excusa de un empujón del francés al defensa del Espanyol.

La segunda parte comenzó con el Real Madrid atacando sin descanso (pero sin ideas) el área rival. Bellingham y Rodrygo gozaron de buenas ocasiones para abrir el marcador, pero la mala suerte en unos casos y la actuación del guardameta perico en otras, desbarataron los ataques blancos. El Espanyol dispuso de algunas contras que fueron oportunamente desbaratadas por Asencio, quien hoy dirigió la defensa blanca como un auténtico veterano.

Imagen: realmadrid.com 

Lamentablemente, volvió el árbitro a ser convertirse en la estrella de la función. A los quince minutos de la segunda parte, una entrada terrorífica de Romero sobre Mbappé, con los tacos a la altura del gemelo, se saldó con tarjeta amarilla. El árbitro, con la complicidad de Iglesias Villanueva en el VAR, fue incapaz de apreciar la salvaje acción del defensa blanquiazul. El estupor en la prensa, tanto nacional como internacional era atronador en las redes sociales.

A la falta de ideas en el campo, se sumó la falta de ideas en el banquillo. La inmovilidad de Ancelotti, quien no hizo ningún cambio hasta el minuto 80 (cuando dio entrada a Modric por Ceballos), no ayudó al equipo.

Con el Madrid volcado sobre el área rival (disparo al palo de Rodrygo incluído), se produjo un contraataque perico a cinco minutos del final, que finalizó con gol de Romero (que debería haber sido expulsado desde muchos minutos antes), y quien entró sin oposición alguna por la banda derecha del Real Madrid.

Imagen: realmadrid.com 

No hubo tiempo para más. La entrada de Brahim en el último minuto no influyó apenas en el desarrollo final del partido. El Espanyol y el árbitro, sumados a la falta de movimientos tácticos del entrenador del Real Madrid, han vuelto a dar vida a una Liga que ya parecía tener color blanco.

El moderado optimismo con que se afrontaban los próximos choques frente a Atlético en Liga y frente a Manchester City en Europa, se torna ahora mismo en un mar de dudas.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *