OJO AL BLANCO: Mirando desde el retrovisor del liderato

Una crónica de: @Javirodespi planetacb

El Real Madrid ya mira al resto de sus rivales de Euroliga desde la posición más alta de la tabla, la derrota del CSKA ante Zalgiris y la del Olympiacos ante EA7 Milano, le han puesto en bandeja esa privilegiada posición en que saca el retrovisor para ver al resto de sus rivales, pero, OJO, antes de todo eso, tuvieron que ganar a un combativo Brose Bamberg por 89-91.

Aquí no se sienta nadie

Suele ser habitual cuando visita el Real Madrid a Brose, que el club desplace el partido a Nuremberg para que haya más capacidad de aforo, pero lo que no se pierden son las costumbres de que antes del inicio de cada parte, el público permanece en pie hasta que se consigue la primera canasta por los locales, un detalle de hermanamiento  con la afición que ya nos gustaría que se cogiera por aquí.

Ayón se doctora (una vez más)

Mira que ha hecho muchos, pero va a ser difícil encontrar un partido más completo (en especial el primer cuarto) que el realizado por Gustavo Ayón y que dejó en segundo lugar otras acciones dignas de mención como la capacidad de Melli de jugar tanto por dentro como por fuera, o ese choque que echaba chispas entre Miller y Maciulis en que ambos se anularon. El mexicano fue dueño y señor por su rol de jugador completo, ese pívot duro y rocoso capaz de pelearse con el rival o el que es capaz de sentirse acorralado en la línea de fondo y poder dar un pase medido al alero que está en la línea de 6.75, su 28 final de valoración es ínfimo con todos los intangibles que aporta al equipo blanco.

¿Por qué estuvo tan cómodo Draper?

Las malas lenguas, en las cuales me incluyo, piensan que la mala temporada de Draper viene como consecuencia de la buena de Doncic, y no sabemos si eso será a ciencia cierta pero hoy, que no se podía contar con el esloveno por lesión, fue uno de los mejores partidos del americano, sobre todo en la primera mitad y donde más se le vio de base (4 asistencias totales), con lo cual, si el problema es exclusivamente mental del tipo «tengo a alguien que me come la tostada», el bueno de Dontaye lo va a tener difícil y solo le podemos recomendar que siga luchando por conseguir subir una media de minutos que, en cuanto vuelva Luka, pueden volver a ser mínimos, buen partido hoy.

El que no mete fuera

Podemos dudar de las rachas de Jaycee Carroll, pero pensar que su rendimiento baja más en los partidos de fuera que en el de casa, cuando hablamos de alguien con 34 años y un carro de experiencia a sus espaldas, creemos que no tiene muchos visos de realidad y es que, en el día de hoy, el renovado jugador blanco se ha salido de todas las formas posibles, tanto en el segundo cuarto, como en la segunda mitad del encuentro donde ha sido el alero necesario que buscan sus compañeros para anotar en sus variadas formas, ya sea con su clásico carretón para triple tras bloqueo indirecto (3/6 en triples) como con esa bombita que ya tiene patentada y que incluso se ha permitido el lujo de hacer un autoalley-oop tras un lanzamiento taponado y donde ha vuelto a coger ese balón en salto para meter la canasta antes de tocar el suelo. Firmar una tarjeta de 24 puntos en 19 minutos y fuera de casa, está al alcance de muy pocos.

La valentía de Brose

Tras una primera mitad en que el Real Madrid se fue solo cuatro arriba al descanso, el comienzo intentó ser demoledor para los de Laso que buscaron finiquitar el partido merced a un aumento del ritmo y con transiciones rápidas que le hicieron llegar a coger una renta de 8 puntos que Brose, lejos de amilanarse, supo reconstruirse a sí mismo y mostrando una osadía con ataques directos al aro que les hizo creer en sí mismo nos llevó a un final inesperado de partido donde los tiros libres infalibles que anotaba Zisis una y otra vez (8/8 terminó) nos hizo ver que el Real Madrid estaba empatado cuando hace poco más de dos minutos parecía finiquitado.

El momento Llull

¿Se puede saber cuando llega el momento de un jugador? Si estuviéramos hablando de cualquier otro que no fuera Llull, seguramente sería difícil saberlo, sin embargo, en el caso del menorquín no hay duda, a él lo que le gusta son los finales de partido o alentar a las masas si el equipo está en mal momento, en el final épico de hoy nos ha dejado un triplazo con nieve desde arriba y la canasta final que ha supuesto estar ante un jugador de calidad suprema, así que solo podemos pedir que nos dure muchos años porque estamos ante un espectáculo de la naturaleza que podemos catalogar de sobrehumano.

Así terminamos hoy, con la sensación de haber visto un partidazo de baloncesto, como así corresponde a toda una Euroliga y descansando poco porque en menos de 48 horas tenemos aquí al Emporio Armani Milano con la moral muy alta tras la victoria de hoy ante Olympiacos, estaremos esperando desde el liderato y con una sonrisa muy grande.