La excelencia

Un articulo de: @resurreccion_93

Gracias a Dios los Reyes han sido muy generosos con mis hijos, porque tengo una deuda con ellos; quizás por cómo me educó mi padre tiendo a no ser pródigo en alabanzas ni suelo excederme en las felicitaciones, a veces soy muy injusto porque cuando uno hace bien las cosas le gusta que se lo reconozcan, que le digan una palabra de reconocimiento, lo que solemos denominar una palmadita en la espalda. Cuando  mis hijos vienen del colegio y traen todo aprobado con seises y sietes no me sale felicitarlos, creo que pueden dar más de sí, creo que no se han esforzado al máximo, no han sacado el máximo rendimiento a su talento, simplemente han cumplido el expediente. Les pongo siempre el mismo ejemplo, mi jefe no me felicita cada mañana por llegar a mi hora a mi puesto de trabajo. Soy demasiado exigente, lo reconozco, pero creo que es el mejor camino para llegar a la excelencia.

Ser del mejor equipo de futbol de la Historia hace que me sea muy difícil disfrutar del futbol, ganar ya no es un motivo de exaltación para mí, me alegro claro está, pero es más la satisfacción del deber cumplido. Después de casi 50 años siguiendo al Real Madrid y viendo el plantel que hoy tenemos me veo en la obligación de pedir más que ganar, teniendo en cuenta que a veces, demasiadas veces últimamente, ni siquiera ganábamos. En otras ocasiones he explicado que he visto ganar a plantillas con muchísima menos calidad que las de los últimos años, ganar con solvencia en la competición doméstica y aunque el factor Villar ha desequilibrado mucho el panorama, creo que el peso de nuestra camiseta, nuestro escudo debiera equilibrar esa vergüenza federativa a base de casta y actitud. Es cierto que he visto ganar muchas Champions en estos últimos 18 años, pero es que con el nivel de estas plantillas se ha cumplido el mínimo exigible para la brutalidad que atesoran. No puedo exaltar con vehemencia las 37 jornadas consecutivas sin derrota de Zidane porque aunque me han alegrado, pocas de ellas me han entusiasmado.

Y precisamente porque la 38 si lo ha hecho es por lo que escribo este artículo, para intentar reconciliarme con aquellos que me tachan de “hater”. Quiero decir que la primera parte del miércoles contra el Sevilla, un muy buen equipo, es sin duda uno de los espectáculos futbolísticos con los que más he disfrutado en mis numerosos años siguiendo al Real Madrid. Fue tal armonía de actitud, intensidad, despliegue físico, ganas, velocidad, verticalidad, calidad, entrega, creatividad y hambre que no quería que acabara la primera parte porque sabía que en una eliminatoria a 180 minutos y con lo cargado del calendario, lo lógico y razonable es que la segunda parte se bajase la intensidad y se dedicasen a conservar un resultado que prácticamente cierra la eliminatoria. Fue lo inteligente, lo acertado y al igual que Zidane yo también habría dado esas instrucciones para el segundo tiempo. Quiero hacer un pequeño hincapié sobre “Sisú enternador” que ayer dio un clinic táctico a aquellos payasos que hablaban de flores, de suerte y demás sandeces. Ya había demostrado ser un fenomenal psicólogo gestionando de manera magistral una plantilla llena de egos, teniendo a 18 jugadores enchufadísimos, sintiéndose importantes todos ellos, dando el máximo en los minutos que les tocase jugar, solo le faltaba James Rodríguez y parece que desde el miércoles también lo ha ganado para la causa. Contra el Sevilla además demostró personalidad al prescindir de Benzema y Cristiano, más por motivos tácticos que por rotaciones físicas. La disposición táctica contra Atlético, Barcelona y Sevilla no son flor, son estudio del rival y saber cómo atajarlos.

Quiero decir que cómo no soy “hater” ni “believer”, me da exactamente igual, la alineación que había sobre el césped, yo no prefiero que sobre el campo haya tal o cual jugador, ni la presencia o ausencia de mis preferidos desluce o agranda la victoria. Yo siempre intento mirar en conjunto lo que hace el equipo y bien es cierto que si 3 o 4 individualidades fallan, eso perjudica al conjunto y por eso lo resalto. Ayer hubo jugadores que destacaron más y algunos estuvieron digamos discretos, pero la sinfonía en su conjunto fue excelsa; no me duelen prendas en ensalzar a James al que últimamente había atizado por su desdén e indolencia, porque la clase la tiene, se le cae al andar. Tampoco incidiré en la no presencia de Cristiano en un partido que demuestra que se puede ganar y golear a un gran equipo sin su presencia. Quiero decir que a mi entender sin él en el campo hay muchos jugadores que se sienten más libres, son más descarados y buscan combinaciones que con el luso en el campo no se atreven a intentar, pero cuando vuelva CR si hay otra sinfonía de esta magnitud no tendré el más mínimo empacho en decirlo y exaltar de nuevo una soberbia demostración de fútbol.  Tampoco estaba en el campo Bale, jugador que me encandila y al que considero el jugador franquicia de este equipo, deportivamente hablando (admito abucheos o recriminaciones). Si él, el Madrid jugó ayer el mejor partido que yo recuerdo en años.

Dejadme eso sí dos menciones, aparte del maravilloso quite del perdón que realizó el colombiano anoche (ese es el camino James). No puedo dejar de reseñar a dos jugadores. Al primero es hora de quitarle el cartel de canterano cumplidor, jugador de equipo polivalente y abnegado, para decir abiertamente que es un central de muchos quilates; creo que Nacho enseñó la puerta de salida a Pepe y en mi modesto entender demostró cómo si se defiende bien no son necesarios los goles para remontar en el minuto noventa y Ramos; yo creo que D. Ignacio está en disposición de disputar el puesto al camero y formar con Varane una dupla formidable en el eje de la defensa. Sobriedad, efectividad, concentración, contundencia e inteligencia son las características de este central que actuando como defensa, lo que es, no necesita reivindicarse con espectaculares goles salvadores, tan importantes porque anteriormente se han encajado goles innecesarios por fallos inexplicables. Ya no es el cuarto central, el relleno para el cupo de españoles, para mi hoy por hoy es titular.

Y para el final dejo al jugador número 17 del ranking de la prestigiosa revista France Football (sólo por semejante pecado debería de desaparecer no solo el Balón de Oro sino la revista). Ese pequeño querubín de aspecto, que juega por el centro del campo, se transforma en un ser superior al resto de los 21 que le acompañan sobre el césped; desde que su actual entrenador dejó los terrenos de juego, no había disfrutado tanto, con nadie, y digo con nadie, ni “cespet man” ni “Kalise” ni nadie. Sabe desplegarse por el centro del campo de manera tan esplendorosa que es un auténtico deleite verle moverse. A veces sólo abriendo las piernas y dejando pasar el balón para quitarse a un contrario de encima y habilitar al compañero desmarcado, a veces corriendo a cubrir la marca del lateral que ha quedado enganchado en ataque alargando su pierna para robar con contundente elegancia un balón en una contra envenenada, a veces combinando paredes una tras otra para salir de una vorágine de piernas de taladores ávidos de tobillos blancos, a veces lanzando balones en largo diseñados con escuadra y cartabón para montar contraataques fulminantes, a veces seccionando con escalpelo el césped para introducir por esa incisión un balón imposible para que el nueve de turno empuje a gol. Hubiese sido demasiado maravilloso que su chilena bolea hubiese acabado en gol, en un partido de no tanta trascendencia. Algo me dice que al igual que Zizou, Lukita guarda esa obra de arte, ese lienzo sublime para un momento universal. Eternamente agradecidos Mr. Daniel Levy. Como el título del articulo merece debo acabarlo con lo más parecido que he visto a la excelencia en los últimos tiempos  ¡Salve Modric!

¡HALA MADRID… Y NADA MAS!

P.D: Enésima muestra de la desvergüenza federativa en San Mamés y enésimo ridículo del payaso de Piqué… Pero este año ni por esas… FELICES REYES MADRIDISTAS DE BIEN