El OjO Al Blanco del Real Madrid 95 – 85 CSKA Moscú: Bienvenidos al mayor espectáculo de Europa

Una crónica de: @Javirodespi planetacb

Sencillamente un disfrute para la vista, así podemos catalogar el partido que nos han brindado el Real Madrid y el CSKA de Moscú en un encuentro jugado de poder a poder, con alternativas para ambos, con una lucha encarnizada y con una calidad de juego técnico-táctico mostrado por ambas escuadras que solo podíamos así titular nuestro OjO Al Blanco de hoy: Bienvenidos al mayor espectáculo de Europa.

Colas fuera y un base menos dentro

Las 11.998 almas que poblaban hoy el Palacio tuvieron que esperar un buen rato para entrar, no sabemos si por motivos de seguridad o por excesiva lentitud, el caso es que las colas para acceder al recinto eran casi eternas. Pero una vez dentro, pronto pudimos comprobar la primera noticia de la jornada, Laso descartaba a Dontaye Draper y a Álex Suarez para el partido, así que la responsabilidad caía sobre Llull y Doncic en cuanto a la dirección del equipo, y vaya si cumplieron con el papel.

Vaya pinta tiene esto

Si bien es cierto que la ley de Murphy suele cumplirse cuando uno tiene grandes expectativas en un choque como el de hoy, la verdad es que el comienzo del encuentro empezó a quitarnos esa idea rápidamente, ambos equipos empezaban a hacer gala de un excelso movimiento de balón, si bien el Madrid tenía confianza en su juego de pívots entre Ayón y Felipe, el CSKA optaba más por los grandes beneficios que le daba el bloqueo directo en cabecera donde siempre encontraban buenas opciones. Todo ello sin que la defensa se relajara en ningún momento y donde Laso puso todas sus esperanzas en un Jeffery Taylor que hoy tampoco le defraudó en ese apartado con las defensas que fue alternando entre Teodosic o De Colo según le tocara en suerte.

Sonando la hora lituana

Dentro del compendio de habilidades técnico-tácticas que nos dejaron ambos equipos, ya fuera con un triple loco de Llull y contestado con una entrada hasta la cocina de Teodosic por ponerles algún ejemplo, tenemos que poner el nombre de un convidado, no llamado a la espectacularidad y que hoy hizo todo lo contrario, se echó el equipo en el segundo cuarto y con diez puntos consecutivos, fue parte básica de que el Madrid se fuera al descanso ganando por 50-46. Hablamos de Jonas Maciulis, ese hombre lituano y que se encargó de hacer de todo un poco, que tocaba postear, pues vamos a ello en 1×1 de espaldas, que mis compañeros me ven con confianza para lanzar un triple, pues 4 que te meto, que me pitan una técnica injusta por no hacer nada, pues tampoco hago un drama y sigo jugando, en resumidas cuentas un hombre que ha sido tan básico que ha sido la mejor demostración de que el juego del Madrid ha sido consecuencia de una gran labor de equipo.

¿Otra vez, marcador?

Como la chica que no quiere salir contigo pero tampoco quiere que salgas con otras, así es el marcador del Palacio, no hay partido en que no tengamos que acordarnos de él cuando parece que todos los males están olvidados, hoy volvió a fastidiarnos la tarde alargando de forma innecesaria el comienzo del tercer cuarto por el enésimo fallo en el contador de 24 segundos, algo que, como ya hemos dicho alguna vez, no deja en buen nombre a la Euroliga cuando estamos hablando de un partido que tiene una audiencia de millones de personas.

Tiempo de bases

Dentro de lo que fue el partido, los cuatro jugadores que hicieron de base en la cancha, nos dieron una absoluta lección de sapiencia baloncestística, o lo que dicen en América, su «IQ», por el lado blanco Sergio Llull y Luka Doncic, el primero no solo con los triples estratosféricos, sino imponiendo un ritmo que al CSKA le costaba coger mientras que el segundo, sufriendo un marcaje casi «violador» de Aaron Jackson, supo mantener la calma y buscar las mejores opciones de juego. Por parte rusa, qué le vamos a decir de la enésima lección de Teodosic dando pases que nada más que él ve (amén de la mala lectura de las puertas atrás por defensores blancos) más esa capacidad de entrar de De Colo. Todo ello ponía el partido en un puño.

El apagón tecnológico ruso  

Tanto hablamos del gran partido de ambos conjuntos que ya nos veíamos condenados a una prórroga pero, de repente, al CSKA se le apagó la luz y perdió esa intensidad que sí mantenía el Madrid y no encontró el camino al aro en ningún momento, sin encontrar respuesta en su defensa y viendo como el Madrid reboteaba una y otra vez en su aro, posibilitando acciones de tiro que empezó a hacer que los blancos tomaran una ventaja que cada vez era más insalvable para un conjunto de Itoudis que no encontraba soluciones para evitar su tercera derrota consecutiva en Euroliga.

Con Rudy y Ayón se cerró el círculo

Hay dos hombres que no se habrán llevado los focos de hoy, uno es Rudy Fernández y el otro Gustavo Ayón, pues créanme, fueron básicos para que el Madrid se llevara la victoria, el alero, sufriendo en el tiro de media y larga distancia, se desfondó en defensa y rebote, multiplicándose en todos lados y asistiendo de lujo como últimamente hace. En el otro lado, alguien que terminó con misma valoración de Llull (24) y haciendo un trabajo ímprobo, no solo bajo el aro, sino incluso robando balones a exteriores que facilitaban contraataques de los suyos, tremendo el trabajo de hoy por el mexicano.

Así terminamos hoy y volvemos a la voz de YA, concretamente el domingo por la tarde donde nos espera un Morabanc Andorra con ganas de afianzarse en puestos de Copa del Rey, por tanto no se me despisten, no me dejen de sonreír y disfruten con lo vivido hoy en el Palacio, un espectáculo de los pocos que pueden verse en Europa y quién sabe si en el mundo.