Nacho o la sencillez llevada al extremo

Un articulo de: @luismanper

Corría el año 2011, cuando el Real Madrid de un recién llegado Mourinho aún celebraba haber vuelto a ganar la Copa del Rey y ante un rival de tronío como el Barça con el que ese mismo año nos disputamos Copa, Liga y Champions en pocas semanas, pero entre medias de ese carrusel de clásicos en todas las competiciones, teníamos que volver a Mestalla a jugar contra el Valencia sólo tres días después de haber reconquistado la Copa del Rey en ese estadio y en vísperas de disputarnos con el Barça el acceso a una final de Champions que no disputábamos desde 2002, por lo que Mourinho decidió hacer numerosas rotaciones en ese partido intrascendente ya para la clasificación liguera que teníamos que jugar en Mestalla, así que decidió tirar de algunos jugadores del Castilla que por aquel entonces estaban peleando por ascender a la Liga Adelante, y a la que acabaría subiendo gracias a la actuación de jugadores consagrados hoy en día como Carvajal, Jesé Rodríguez, Morata, Lucas Vázquez o Álex Fernández, hermano del protagonista de este artículo y hoy jugador del Elche, Cherishev actualmente en las filas de Villarreal o Jesús Fernández y Tomás Mejías, porteros que entonces se disputaban el puesto y que hoy militan en las filas del Cádiz y del Boro de Karanka respectivamente.

Pero volviendo al partido de Mestalla, Mourinho decidió reservar a Marcelo y ante la recurrente baja de Coentrao apostó por hacer debutar a un polivalente defensa del Castilla de apenas 21 años llamado Nacho Fernández cuyo puesto natural era central pero que podía jugar sin excesivas complicaciones en cualquiera de los puestos de la defensa, ese día Mourinho situó a Nacho en el lateral izquierdo y el partido salió a pedir de boca porque el Real Madrid acabó ganando 3-6 con varios errores defensivos pero con una pegada descomunal que dejó sin opciones al Valencia, ese día Nacho ya demostró la casta que le ha caracterizado desde entonces porque acabó el partido con calambres y según el mismo ha confesado después cuando Mourinho le miraba para saber si podía seguir, él intentaba mirar para otro lado para aprovechar al máximo el momento de su debut.

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Esa temporada 2011-2012 el Castilla conseguía por fin ascender a la Liga Adelante y en la temporada siguiente 2012-2013 Nacho capitaneó un Castilla dónde llevaba jugando ya 4 temporadas y que estuvo formado por jugadores de la talla de Morata, Carvajal, Lucas Vázquez o Jesé Rodríguez los cuales acabaron culminando el mejor año de la historia del Castilla desde aquel filial de los 80 que se proclamó campeón de la Segunda División española, que acabó jugando la final de Copa contra el primer equipo y que años después desembocaría en la inolvidable Quinta del Buitre. Pero a mitad de temporada y a causa de las lesiones, Nacho fue jugando cada vez más partidos con el primer equipo hasta que Mourinho anunció que se le haría ficha de la primera plantilla definitivamente y en la que también se estaban incorporando poco a poco a Morata y Jesé Rodríguez, ya que Carvajal había sido traspasado con opción de recompra al Bayer Leverkusen, mientras tanto esa temporada terminó sin títulos para el primer equipo y supuso el fin de la etapa de Mourinho en el Real Madrid por los problemas con los jugadores y la prensa que todos recordamos y en los que no voy a profundizar. En ese mismo año Nacho debutó con la selección española para suplir la baja de Sergio Ramos.

Llegó Ancelotti y una de sus primeras decisiones fue repescar a Carvajal que había culminado un gran año en el Bayer Leverkusen, y subir definitivamente al primer equipo a Jesé Rodríguez, a Morata y a Nacho, que en teoría partiría como cuarto central pero que en realidad era utilizado de chico para todo cuando había alguna baja defensiva, ya a mediados de 2013 Nacho demostraba esa seguridad, sobriedad y sencillez que le ha valido el repetido latiguillo de “Nacho siempre que juega, cumple”. Esa primera temporada de Ancelotti (en la que el defensa madrileño ya se postulaba como el “suplente perfecto”) todos los madridistas la recordaremos con cariño porque llegó la ansiada Décima Champions con aquellas inolvidables semifinales ante el Bayern de Múnich y esa final de Lisboa que ya ha pasado a la historia del madridismo con ese cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 93 que empató la final  y que luego desnivelarían Bale tras culminar de cabeza una preciosa jugada de Di María y que rubricarían posteriormente Marcelo y Cristiano Ronaldo de penalti.

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La siguiente temporada empezó bien para el Real Madrid ganando la Supercopa de Europa ante el Sevilla, enlazando una estupenda racha de más de 20 partidos sin perder entre Liga y Champions desde septiembre hasta diciembre que desembocó en la victoria en el Mundial de Clubes de diciembre, pero allí se acabaron las buenas noticias de la temporada para el Real Madrid y el equipo entró en una cuesta abajo imparable que acabó abrasando a Ancelotti y dejó muy señalados a muchos futbolistas, especialmente desde el 0-4 encajado en el Calderón en el que la defensa formada por Carvajal, Nacho, Varane y Coentrao quedó señaladísima porque fue absolutamente incapaz de frenar el vendaval rojiblanco de aquel día. Tras ese partido se extendió la sensación que Nacho era una solución efectiva para partidos contra equipos menores pero que ante rivales grandes no daba la talla que debe ser exigida a un central del Real Madrid.

En junio de 2015, Ancelotti fue destituido y se entregó el mando del equipo a Rafa Benítez que decidió seguir apostando por Nacho, y esa ha sido la gran virtud del jugador que hoy en día sigue viviendo en su Alcalá de Henares natal, pues desde que Nacho llegó al primer equipo en 2013 se han sucedido diversos entrenadores con muy distintas maneras de entender el fútbol y todos han mantenido a Nacho en el equipo, valorando su enorme polivalencia en todos los puestos de la defensa y su indudable compromiso que le lleva a no quejarse apenas aunque año tras año juegue menos de la mitad de los partidos que juega el Real Madrid a lo largo de la temporada, y la pasada temporada no iba a ser menos aunque Nacho tuvo su momento estelar en la eliminatoria contra el PSG cuando se lesionó Marcelo y tuvo que salir Nacho a suplirlo y acabó marcando con mucha fortuna el gol que permitió ganar aquel partido contra los franceses en el Santiago Bernabéu.

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Como todos recordamos, la temporada 2015-2016 se desarrolló justo al contrario que la temporada anterior y aunque el comienzo de temporada fue horrible con desastres como el 0-4 encajado ante el Barça en el Bernabéu o el esperpento vivido en el Carranza con la alineación indebida de Denis Cherishev, las tornas cambiaron cuando llegó Zidane y el Real Madrid completó una segunda vuelta portentosa que no le dio para ganar la Liga por un solo punto y que terminó ganando una nueva Champions en esa tanda de penaltis de Milán que casi nos saca el corazón por la boca a los madridistas, y que curiosamente ganamos el mismo día que nacía Nacho Fernández junior.

En lo que llevamos de temporada, Nacho está jugando más partidos que nunca hasta ahora debido a las bajas reiteradas de Pepe y a la lesión que Sergio Ramos se produjo en el parón de selecciones de octubre, en el que ya Nacho fue convocado por Lopetegui para cubrir la baja de Bartra, convocatoria que repitió en este último parón de noviembre en el que jugó los 2 partidos completos que disputó España ante Macedonia e Inglaterra, pero en lo referente a nuestro Real Madrid Nacho está cuajando un rendimiento excelente en lo que va de temporada y está demostrando que a sus 26 años está en plena madurez que ayer demostró en el 0-3 endosado al Atleti en la despedida del derbi en el Vicente Calderón, y en la que se puso en evidencia que el central de la cantera está preparado para afrontar grandes retos en el Real Madrid y para coger cada vez más peso en el primer equipo, si finalmente Pepe no renueva y se convierte en el teórico primer suplente de la defensa.