El OjO Al Blanco del Real Madrid 93 – 88 Laboral Kutxa Baskonia: La eternidad de un partido

Una cronica de: @Javirodespi planetacb

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Son cosas que suelen pasar, solo es necesario que se ponga un partido a la hora más tardía de todo el año (21h) y que pase algo que lo alargue casi eternamente, pero en fin, son cosas que pasan o eso dicen, así que vayamos, sin más preámbulos a nuestro OjO Al Blanco para conocer, fehacientemente, cuál fue el motivo de tan largo partido (y no fue ponerlo a 48 minutos de duración, que esto no es la NBA).

Muchas bajas y un aplauso

Comenzamos nuestra jornada nocturna descubriendo las bajas de Rudy Fernández y de Sergio Rodríguez que luego nos aclaró Laso al terminar el partido, y que hizo que entrara Dani de la Rúa en la convocatoria aunque no pudo disputar ni un minuto, como tampoco hicieron ni Andrés Nocioni ni Augusto Lima, porque así consideró oportuno el técnico vitoriano. Así que nos fuimos a la presentación con las miradas puestas en cómo se recibiría a Bourousis y la mayoría del público le dio una calurosa ovación que el griego respondió en forma de saludo, señal del respeto existente entre ambos.

Sin aterrizar

La salida del Baskonia a la cancha no fue todo lo buena que se podía esperar o, mejor dicho, fue lo que se esperaba cuando un equipo viene de una Final Four, jugadores con poca concentración, con errores clamorosos en defensa como los Mike James que llevaron aparejado la subsiguiente bronca y un Real Madrid que ponía a los secundarios a escena con buenos minutos de Maciulis en defensa, Thompkins mostrándose activo en ataque y con un Jeffery Taylor bastante vertical en sus ataques al aro. El resultado de 29-19 en solo diez minutos dejaba claro quién había mandado en el partido.

El comienzo de una leyenda

La depresión post-Final Four le duró toda la primera mitad al Baskonia y si hubo alguien que se aprovechó fue Gustavo Ayón, que jugó una primorosa primera parte y que barruntaba lo que iba a ser en la reanudación, con números que se acercaban al triple doble con 5 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias, pero que, desgraciadamente, no tuvieron ayuda con la labor de un Willy Hernangómez que por fin volvía a vestirse de corto pero sin excesiva suerte, tres faltas en 1:48 le lastraban en demasía y no podía participar del buen juego colectivo de los blancos que empezaban a ser un rodillo ante los vitorianos como lo refleja el marcador al descanso: 53-38.

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Pero, ¿Dónde se ha comprado ese marcador?

El verdadero caos en el juego fue como consecuencia de la avería de un invento del demonio llamado marcador y que originó un parón de unos quince minutos, subsanado durante un buen rato con el speaker Pedro Bonofiglio que iba contando al público cómo iba el marcador y que produjo una absoluta desconexión por parte del Real Madrid que perdió su juego preciosista de rapidez de movimiento de balón y tiros cómodos, para dejar paso a otro tipo de juego mucho más trabado y con un Thompkins que nos recordaba el que llevamos viendo gran parte de la temporada.

El espíritu baskonia de la remontada

No puede decirse que el Baskonia tirara la toalla a pesar de ir casi veinte puntos por debajo, sino todo lo contrario, tanto Mike James con sus tiros exteriores o los vuelos de Adam Hanga más la labor de Bourosis fue determinante para que el marcador se estrechara hasta unos peligrosos seis puntos en el último cuarto pero, ay amigos, seguía estando por ahí el verdadero hombre del partido, Gustavo Ayón martilleaba sin piedad el aro vitoriano de todas las formas posibles y desesperaba a un Bourousis que llegó a cometer su quinta falta. El resumen del mexicano es de órdago: 21 puntos, 14 rebotes y 9 faltas recibidas para un 39 de valoración, sin duda el MVP de la jornada y…¿de la liga?

Jugársela con el joven

En los minutos finales del partido, a Laso no le tembló el pulso y puso a Doncic a jugarlos y solo al final tuvo como lugarteniente a Sergio Llull (tremendo partido el suyo y metiendo cada vez de forma más rara para acabar con 25 de valoración), pero fue una prueba más de que Laso confía ciegamente en este jugador que a cada día se lo va devolviendo en su forma de jugar, siendo cada vez más “base”, con errores, claro está, pero quédense con un detalle, antes todos sus pares iban al bote a intentar quitarle el balón, desde hace poco tiempo, los scoutings mandan y siempre buscan defenderle en el 1×1 para evitar que les rebase en velocidad, un pequeño detalle que empieza a marcar la diferencia del esloveno.

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Muchas faltas, poca diversión

Terminamos con algo que no nos gustó, la actuación arbitral fue muy mala para los dos equipos, dedicándose a pitar el más mínimo contacto por nimio que fuera y que originaba muchos tiros libres (66 entre ambos equipos) y que producían muchos parones en el juego con la consiguiente pérdida de ritmo, algo muy alejado de cómo se pita en Euroliga.

Aquí lo dejamos por hoy que ya es muy tarde, les esperamos el próximo domingo en el último partido de liga regular, nos espera el Baloncesto Sevilla con ganas de amargar ese segundo puesto que ahora mismo es propiedad del Real Madrid, mientras eso llega, no se olviden de sonreír.