Fichajes fracasados

Un articulo de: @RealHeartMadrid

En el fútbol como en todos los ámbitos de la vida, se cometen errores, tácticos, técnicos, deportivos, médicos y de cualquier índole.

En la lista de todos los equipos del mundo existen fracasos estrepitosos en cuanto a la contratación de jugadores que no pudieron con el peso de la camiseta, con la presión o con la adaptación a un sistema de vida y de juego que traían de sus anteriores equipos, casos hay millones, pudiese enumerarlos uno a uno, y seria interminable la lista.

Ya que el Real Madrid nos roba horas de sueño, para bien y para mal, y es el Club de nuestros amores, trataré de nombrar los casos más sonados de los últimos años, haciendo énfasis en los más importantes dentro la extensa gama que nos ofrecen los llamados «fichajes fracasados».

Ognjenovic, Petcovic, Spasic, Congo, Secretario, Rodrigo Fabri, Flavio Conceiçao, Munitis, Elvir Baljic, Federico Magallanes, Freddy Rincón, Julio César, Walter Samuel, Woodgate, Cassano, Prosinecki, Owen, Gravesen, Cicinho, Diogo, Cassano, Emerson, Pablo García, Drenthe, Pedro León, Canales, Sahin, Altintop, Faubert, Essien, Lucas Silva, Kaka por el cual se pagarón 65 millones al Milán y dejó un rendimiento deportivo paupérrimo en todas sus temporadas dentro del equipo, aunque se dijo que la inversión había sido totalmente recuperada por los ingresos que generaba el brasileño a través de la publicidad y la venta de camisetas, especialmente en Asia y en Sur América, salió por la puerta de atrás yéndose gratis al Milán. Dos casos recientes, el de Ilarramendi que costó a las arcas del Club 32 millones de € y luego de 2 años lamentables finaliza su estadía en el equipo, aquella tarde en Dormunt se cavó la tumba del jugador en cuestión, nunca pudo reinvidincarse, siendo vendido hace horas a su Club de origen, la Real Sociedad en 17 millonesde euros, un poco más de la mitad que se pagó por el chaval. Minutos después se confirmó la cesión del portugués Fabio Coentrao al Mónaco con opción a volver, era uno de los fijos de Mou, se recordará su partidazo en la final de la Copa del Rey en Mestalla vs El Barça y su gran semifinal camino a la Décima en Champions contra el Bayern, era de esos jugadores que cuando quería… podía.

Pasemos ahora a los «fichajes fracaso» de nuestros inmediatos rivales, quiero dejar claro que haré mención solo del equipo que la prensa suele enaltecer o dejar pasar por debajo de la mesa dependiendo de la ocasión, por el simple hecho de que no existe equidad alguna a la hora de alabar o atizar la política de fichajes de las entidades con mayor número de seguidores en España y en el mundo, no estoy criticando al Barcelona esta vez, solo pongo en mesa los diversos casos que se presentan «normalmente» en cualquier Club del mundo, y no hay mejor manera que demostrarlo comparando al perseguidor histórico e inmediato del Real Madrid, y no es más que otro que el Club Catalán.

En la lista puedo etiquetar a memoria pura, aunque seguro quedará alguno por fuera a Ezquerro, Amunike, Bonano, Sorin, Rustu, Maxi Rodríguez, Gerard, Mendieta (que a pesar de que fue cedido por la Lazio, el Barça tuvo que pagar su altísima ficha, para pasar sin ton ni son por el Camp Nou y salir a final de año) Dugarry, Alfonso Perez (fichaje proveniente del Madrid tratando de vengarse del caso Figo), Zenden, Simao, Escurza (600 millones de pesetas y la vuelta de Goikoetxea a Bilbao costó el caprichito de Cruyff), Ronald De Boer, Bogarde, Ciric, Amunike, Franchesco Coco, Christianval, Rochemback, Geovanni (el nuevo Garrincha), Dutruel, Victor Baia, Witschge, Quaresma, Petit, Marc Overmars (costando nada más y nada menos que 40 millones en el año 2000), Riquelme (13 millones de pagó por el, para disputar un año efímero y triste en el Barça, donde marcó seis goles en 42 partidos oficiales, de los que solamente fue titular en 21), Keirrison y Henrique 25 millones entre ambos y dejaron el Club sin disputar 1 minuto y sin 1 € en las arcas, Chigrinsky (25 millones de costo, 14 partidos y devuelto al Shaktar por 14 millones, les costó más de 1 millón de € por partido disputado), Martín Cáceres (16,5 millones y fue vendido por 3), Alexander Hleb (17 millones y luego traspasado gratis), Zlatan (45 millones + Eto’o + la indemnización de 5 millones por la negativa cesión de Hleb) para a final de temporada ser vendido por 24 millones al Milán, Alex Song, 19 kilos les costó la gracia, luego de un año, cedido al West Ham, y Douglas 6 kilitos para vacacionar en Cataluña.

Ahora si evaluamos las tintas chorreadas en los medios de comunicación criticando estas gestiones, son tan nulas e inexistentes como ver el sol de noche, no existen, ni existirán, el Barcelona está totalmente protegido ante las críticas de la prensa, yo no me explico por qué ¿Será por UNICEF?

Ocurre un caso curioso, digno de evaluar en cuanto ventas exitosas o al menos positivas para la Casa Blanca, repasemos las más sonadas de ellas.

Robinho, mejor conocido como «el nuevo Pelé», llegó al Madrid proveniente del Santos a cambio de 24,5 millones, 2 Ligas y 1 SuperCopa de España en 3 años llevando la camiseta blanca, no suena mal, pero el rendimiento individual del brasileño fue de más a menos, sin embargo se pudo ofertar en 40 millones al Manchester City, convirtiéndose para ese entonces en la mayor venta de la historia del Real Madrid, nada mal.

Gonzalo Higuaín, un jugador que recién llegado al equipo cuajó completamente como revulsivo y luego como titular, aquel joven argentino de tupida y alocada melena, provenía de River Plate, llegó al Club en el mercado de invierno, marcó goles importantes que nos valieron 2 grandes Ligas, pero cuando tenía todo en sus manos para asentarse en el equipo, su rendimiento fue intermitente, fallando en momentos claves y puntuales de las diversas temporadas, aquel falló a puerta vacía contra el Lyon en el Bernabéu pareció dejar profunda huella en el pibe, luego errores en definición increíbles contra el Barcelona en la mayoría de los casos, terminaron de poner en duda su capacidad para ser el 9 del Madrid, tenía a la afición dividida, unos estaban agradecidos por «lo que nos había dado», bendita frase, y otros criticaban su bajo nivel en el presente, el jugador pidió salir y el Nápoles pagó por el 38 kilos.

Mesut Ozil, zurdo de talento innato, rey de las asistencias durante su estadía en Chamartin, tan genio como intermitente, solía desaparecer en algún que otro partido importante, el alemán proveniente del Werder Bremen tuvo un coste de 15 millones, muchos estuvimos en contra de su venta, pero un jugador mal gestionado para aquel entonces por su padre y agente, quiso salir del Club por más dinero, y en el Madrid quien se quiera ir, ya sabe donde tiene la puerta. El Arsenal de Wenger pagó 45 kilates, muchos pegamos el grito al cielo, pero el tiempo, sabio y soberano tiempo nos demostró que estábamos equivocados, luego de su salida se ganaron 4 títulos, Décima incluida y Mesut desde el frío y lluvioso Londres no hacía más que mandar mensajes de arrepentimiento, certificando dicha información a tal punto que cortó el cordón umbilical y profesional con su padre y agente Mustafa Ozil.

La última gran operación salida del Madrid fue la más sonada y la que dejó más dinero en las arcas blancas, el argentino Angel Di María, jugador importantísimo para la consecución de la Copa del Rey ganada ante el Barça y la ansiada Décima al Atlético de Madrid, de nuevo el más sabio de todos, «el tiempo», obsequió la razón al Club merengue. Fichado por el Madrid por petición expresa de José Mourinho, fue el primer fichaje del técnico portugués en su etapa blanca, 25 kilos más 5 en variables fueron depositados en las cuentas del Benfica, tuvo una etapa marcada entre lesiones y demostraciones magistrales de clase y talento en la Capital de España, curiosamente cuando había logrado establecerse como punta de lanza dentro del ataque de un Madrid que contaba con Bale, Benzema y Cristiano, debido a su buen juego y su entrega total en el campo, pidió más dinero justo después de haber sido renovado, el Madrid no aceptó el chantaje del rosarino, y el Manchester United pagó nada más y nada menos que 75 millones + 15 en variables por el argentino. Luego de 6 títulos en 4 años, partía vía a Inglaterra, donde tuvo un año para el olvido entre adaptación, lesiones y desacuerdos tácticos con el técnico holandés Van Gaal, llegando incluso a pedir la vuelta a Concha Espina.

Todos estos casos que acabo de mencionar tienen una particular relación, jugadores que mientras estaban en el conjunto blanco eran presa de críticas exorbitadas y degeneradas por parte de la prensa, logrando poner muchas veces en duda tanto la capacidad de permanecer en el equipo, como el valor de los costos que tuvieron cada uno de ellos para el Real Madrid. Cabe constatar que cada vez que uno de ellos salió del equipo, la prensa los convertía en mega estrellas mundiales, los jugadores pasaban de demonios a ángeles en un segundo, los medios cambiaban el discurso de menosprecios que venían dictando en sus contras por años, de repente por arte de magia las desaforadas críticas se convertían en halagos dignos de cualquier ganador del Balón de Oro, es decir que los panfletos, las televisoras y las radios deportivas, una vez más quedaban retratados. Ellos sin pudor utilizaban dichas transferencias para manipular a los borregos, perjudicando al Club una vez más, haciendo campañas increíbles, llenas de hipocresía y mala intención, con el fin de desestabilizar y crear caos en el mejor Club de la historia.

Casos para nada parecidos con los mencionados anteriormente del Club blaugrana, es decir, la misma fórmula aplicada siempre y por siempre, todo lo que hace el Madrid está mal, y todo lo que realiza el Barcelona está bien, no importan números, sean de compra o venta, por debajo de la mesa pasa el rendimiento en el campo, jamás serán evaluados correctamente los minutos y partidos disputados por cada uno de los jugadores en cuestión. La orden es simple, tergiversar y manipular de manera que siempre el malo de la película sea el Real Madrid y todo lo relacionado con su entorno, generar polémica desestabilizadora que se refleja cada día tanto en las calles, como en los estadios, en las aficiones y en los rivales de campo del Club Blanco, como es costumbre, todos en contra del mejor, no sé si es por que quieren el control del equipo o porque sencillamente generar dicha polémica les beneficie con ganancias para sus empresas de comunicación.

Pero aquí estamos nosotros luchando contra ellos, poniendo nuestro grano de arena, trabajando ad honorem, luchando contra viento y marea, solo por amor a unos colores que tanto nos identifican, seguiremos en la pelea, esto es para siempre, por un escudo libre, y por lograr lo que muchos queremos, que no es nada más que «LAS MANOS DE LA PRENSA FUERA DEL CLUB!».