Plácida goleada en un partido de entreguerras: Real Madrid 4 – 0 SD Eibar

Una cronica de: @luismanper

Tras el descalabro inesperado del pasado miércoles en Alemania y con la esperanza de la remontada del martes donde el Real Madrid se jugará la temporada a una sola carta una vez más, llegaba el partido de hoy más como un marrón que como un partido de Liga que nos puede acercar en la clasificación al Barça si pincha en Anoeta y por supuesto si le dejan pinchar.

Zidane se tomó el partido de hoy ante el Éibar como el trámite que era y realizó ocho cambios con respecto al horrible partido en el Wolkswagen Arena, aparte de las consabidas bajas de Keylor y Modric que se quedaron directamente fuera de la convocatoria, Zidane alineó  de entrada a Kiko Casilla que volvía a la portería tras estar más de 4 meses sin jugar, volvió al lateral derecho Carvajal, cuya suplencia contra el Wolfsburgo fue muy controvertida debido al nefasto partido de Danilo, como centrales sólo quedaban Pepe y Nacho ante las bajas por sanción y lesión de Ramos y Varane, en el lateral izquierdo reapareció Arbeloa tras varios partidos fuera de la convocatoria, en el mediocampo repitió Casemiro en el eje acompañado por Isco y James, mientras que en la delantera sólo se mantuvo Cristiano Ronaldo para seguir luchando por la Bota de Oro, siendo acompañado hoy por Lucas Vázquez y Jesé Rodríguez.

Apenas nos habíamos sentado para ver el partido cuando Jesé se metió entre la defensa vasca y al borde de la línea del área fue derribado rozando el penalti, el árbitro murciano pitó falta en la semiluna del área y ello no fue óbice para que James la clavara de falta directa lejos del alcance de Riesgo, pero el arreón inicial del equipo no se iba a quedar ahí e iba a encadenar varios contraataques de los cuales 2 acabaron en gol, el primero lo marcaría Lucas Vázquez rematando a contrapié un centro raso de Cristiano que había superado en velocidad a toda la defensa visitante, y el segundo contraataque y tercer gol del partido sería rematado por el propio Cristiano, quien después de dejar sentado al defensor con un recorte  magistral, fusiló a Riesgo a placer para poner el 3-0 en el marcador, y apenas llevábamos 20 minutos de partido.

A partir de ese momento, el partido entró en una fase muy plomiza donde el equipo dominaba la posesión del balón sin crear apenas ocasiones de gol, únicamente Jesé y Lucas Vázquez seguían intentando crear peligro, el extremo gallego se iba sólo cuando fue placado por Ramis pero como la peor parte se la llevó el defensa no hubo sanción más allá de la falta que James lanzó por encima del larguero, luego fue Nacho quien se llevó un fuerte golpe en el tobillo pero se recuperó y pudo presenciar el cuarto gol, que marcó Jesé rematando aplacer un gran centro raso de Cristiano, la primera parte acabó con un cabezazo del Éibar que obligó a Kiko Casilla a emplearse a fondo para evitar el gol visitante y con un disparo de Isco que fue interceptado en el último momento por la defensa vasca.

La segunda mitad comenzó con el Éibar volcado sobre la meta de Kiko Casilla, obligando al portero catalán a multiplicarse, especialmente meritorio fue su despeje con el pie a un disparo de Sergi Enrich desde el punto de penalti y luego se vio obligado a detener un cabezazo a la salida de un córner que no entró milagrosamente, mientras tanto el Real Madrid daba el partido por cerrado y únicamente Cristiano se acercaba al área mediante un disparo lejano que salió lejos de la meta de Riesgo, en ese momento Zidane quitó a los pocos titulares que había sacado dando entrada a un defenestrado Kovacic en lugar de Casemiro y a Danilo por Carvajal, el lateral brasileño se llevó una sonora pitada cuando entró al terreno de juego, es bastante triste que la afición le señale como el culpable del desastre en Wolfsburgo cuando nadie hizo absolutamente nada bien.

Poco después del cambio Nacho se llevó un peligroso pisotón que a punto estuvo de costarle el puesto, de hecho Marcelo llegó a calentar, pero el cumplidor central madrileño se recuperó y el último cambio permitió entrar a Borja Mayoral (que esta semana cumplió 19 años) en lugar de Jesé Rodríguez, quien además salió tocado de la rodilla. Pocas ocasiones hubo más allá de un cabezazo de Borja Bastón a portero batido en el área pequeña que incomprensiblemente se estrelló en el larguero en vez de acabar en gol, las últimas ocasiones madridistas las tuvieron Danilo con un tiro lejano que salió muy desviado y con un desmarque al hueco que no acabó el gol porque se le fue ligeramente el control y se anticipó Asier Riesgo, minutos antes James había reclamado penalti al caer en el área tras un pase en profundidad de Borja Mayoral, que era el único que puso voluntad a los últimos minutos, la última ocasión la tuvo Kovacic con un disparo desde fuera del área que estrelló en un defensor y también Cristiano dispuso de un tiro lejano en el descuento que se fue al tercer anfiteatro.

Por lo tanto, el partido terminó sin pena ni gloria con todo el mundo pensando en el partido del martes ante el Wolfsburgo y con un once absolutamente irreconocible, que distará mucho del once titular que jugará el próximo martes ante los alemanes, esperemos que pase lo que pase en los cuartos de Champions, la imagen no sea tan lamentable como vimos esta semana, y que si se da bien y conseguimos remontar no nos creamos que está todo hecho y olvidemos los ridículos con los que nos han avergonzado esta temporada en cada partido decisivo, salvo el Clásico del sábado pasado.