Mentiras Culerdas IV

Por: @DanielHeredero

Muy a menudo al Real Madrid se le ha tildado desde Barcelona de ser “el equipo del régimen” en alusión al régimen franquista naturalmente, pero ¿Fue el Barcelona una especie de oposición a ese régimen o tan franquista cómo el que más?

Desde 1939 y hasta 1978, es decir el tiempo que duró la dictadura de Francisco Franco, las elecciones a la presidencia de los clubes no se realizaban, cómo en la actualidad, por votación de los socios, sino que eran las autoridades franquistas las que imponían o tutelaban la elección de los mismos, y cómo no podía ser menos,todos eran adeptos al régimen, cuando no falangistas o militares, el F.C. Barcelona no era ni mucho menos una excepción, la vinculación de todos sus presidentes al Movimiento Nacional está fuera de toda duda, algo que obviamente deja en evidencia a aquellos que han sostenido que el Barça era algo así como un contrapoder.

Nada más lejos de la realidad, casi todos ellos pertenecían a la burguesía catalana, siempre vinculada con la industria textil, una industria sobreprotegida por los distintos gobiernos españoles ya desde el siglo XVIII, una sociedad muy cerrada y conservadora, encantada de servir al régimen a cambio de mantener los privilegios que sus ilustres antecesores consiguieron de los distintos gobiernos españoles a lo largo de decenios. Y todos ellos chuparon de la teta del régimen lo que pudieron y se beneficiaron de la exclusividad para vender sus trapos de baja calidad en toda España…

Ninguno de ellos hizo el más mínimo gesto que pudiera interpretarse como un desaire al régimen y que consecuentementepudiera perjudicar sus intereses, tanto los personales cómo los del club, y les fue bien, hasta la irrupción de Di Stefano, ganaban por goleada, gracias a sus buenas relaciones con el régimen(incluido por ejemplo el estrambótico fichaje de Kubala del que hablaremos en otro episodio).

Me he permitido una breve semblanza de los más destacados tanto en su labor presidencial cómo en su defensa y filiación al régimen.

Pasen, vean y juzguen ustedes a los “generales” del “ejército desarmado de Cataluña”.


6-5-1939 Juan Soler i Juliá.

Era un cirujano muy reconocido y adepto al nuevo régimen, que lo impuso cómo presidente del F.C. Barcelona, cargo que ocupó durante un breve período, pronto ocupó otros cargos políticos pero más relacionados con su profesión, la medicina.


13-3-1940 Enrique Piñeyro y de Queralt

Miembro de una familia aristócrata de rancio abolengo. Su padre, Lorenzo Piñeyro y Fernández de Villavicencio, era Grande de España, X marqués de Bendaña, VIII Marqués de la Mesa de Asta (título que le cedió en 1922) Coronel del Estado Mayor y ayudante de campo del Infante Carlos de Borbón-Dos Sicilias. Su madre, María Dominga de Queralt, era III marquesa de Bonanaro y II condesa de Torralba de Aragón.

Siguiendo los pasos de su padre, hizo carrera militar. Ingresó como caballero en la Real Maestranza de Granada. Antes de la Guerra Civil Española fue teniente de caballería, primero en el regimiento Húsares de la Princesa en Madrid y posteriormente en el de Dragones de Santiago, en Barcelona. En la capital catalana fijó su residencia, tras contraer matrimonio con María de la Paz Fabra, hija de los Marqueses de Masnou. En 1933 participó en la ejecutiva de Derecha de Cataluña, partido adscrito a Renovación Española que concurrió a las elecciones generales de ese año por la circunscripción de Barcelona, formando el Bloque Nacional de Derechas.

En la Guerra Civil (1936-1939) luchó con el bando sublevado. Durante la contienda fue ascendido a capitán de caballería y posteriormente a comandante habilitado, como ayudante de campo del General José Moscardó en la Campaña de Cataluña. Tras la toma de Barcelona por las tropas franquistas, fue adscrito a la secretaría particular del Gobierno Militar de la ciudad.

En febrero de 1940 la Federación Española de Fútbol le nombró presidente del Fútbol Club Barcelona, cargo del que tomó posesión el 13 de marzo. Se mantuvo en dos mandatos, hasta el 20 de agosto de 1943. Tras su paso por el club azulgrana siguió ejerciendo cargos de responsabilidad en el mundo del deporte. El 1946 fue nombrado directivo de la Federación Española de Fútbol. Fue representante en Cataluña de la Delegación Nacional de Deportes, presidida por el General Moscardó. Fue también dirigente de la Federación Hípica Española y vicepresidente del Real Automóvil Club de Cataluña.

Dimitió tras los incidentes de la eliminatoria de Copa del Generalísimo, cuyo partido de vuelta que tuvo lugar en Chamartín acabó con un inaudito 11-1 y que venía caliente de la ida por el trato dispensado por el público catalán al Real Madrid que motivó una multa de 25.000 pesetas al club de Barcelona. (Se impuso la misma multa al Real Madrid en la vuelta, por los incidentes acaecidos en Chamartín, y también tuvo que dimitir la junta madridista, tras dicha dimisión fue elegido presidente Santiago Bernabéu).

Al margen de su trayectoria deportiva, fue consejero en varias sociedades como la Compañía Nacional de Hilaturas, la Compañía de Seguros La Polar, Mina Previsión y la Asociación Mutual de Seguros Layetana.


22-09-1943 Josep Vendrell Ferrer

Coronel del ejército, con anterioridad a su nombramiento como presidente del F.C. Barcelona por parte de las autoridades franquistas, fue Delegado de Orden Pública en La Coruña. Vendrell fue nombrado por las autoridades, porque le consideraron el hombre más indicado para un cargo el cargo dada su doble condición de catalán y franquista.

Durante su mandato, que se inició el 22 de septiembre de 1943, se recuperaron las buenas relaciones con los organismos federativos y deportivos del régimen, que se habían deteriorado considerablemente a raíz del 11-1 en Copa del Generalísimo ante el Real Madrid en Chamartín que había motivado la dimisión de la anterior directiva.

En general, la etapa presidencial de Vendrell fue muy positiva para el Barcelona, ya que el club llegó a los 22.000 socios, y se produjo una ampliación del campo de Les Corts. Ampliación que ya había sido aprobada por el Marques de Mesa de Asta, y que había sido aprobada por las autoridades franquistas, que habrían de facilitarles numerosos “permisos especiales” dado que los materiales de construcción estaban racionados por aquel entonces.

En lo deportivo el Barça conquistó su segunda Liga (44-45) y ganó también la Copa de Oro.

Después de casi tres años al frente de la entidad, Josep Vendrell abandonó el cargo el 20 de septiembre de 1946.


20-09-1946 Agustí Montal i Galobart

Montal fue el primer presidente blaugrana desde 1939 en no ser designado directamente por el régimen, sino que fue elegido a propuesta de la junta directiva, aunque naturalmente toda la junta directiva tenía la aprobación previa de la Superioridad, aquella junta incluía nombres cómoNarcís De Carreras, Enric Martí i Carreto. Todos ellos adeptos al régimen y casi todos miembros de la burguesía textil catalana, un rasgo común a todos los presidentes hasta la llegada del magnate del ladrillo José Luis Nuñez y Navarro en 1978.

En noviembre de 1945, Agustí Montal i Galobart presentó una propuesta, pidiendo que se pusiese punto y final a la provisionalidad que en los últimos años había vivido la dirección del club, vamos “apártense ustedes para que llegue yo”. En aquel momento era contable en la directiva liderada por Josep Vendrell. La directiva consciente de que el trabajo sucio con el régimen ya estaba hecho, aceptó la propuesta y la transmitió a los responsables de la Federación Catalana, que la hicieron llegar a sus homólogos de la Española. Diez meses después, Vendrell y toda su junta presentaron la dimisión y gracias a sus manejos y amistades,las autoridades franquistas nombraron presidente a Montal.

Durante los seis años que Montal presidió la entidad, el Barça se acabó de consolidar entre la élite del fútbol español, tal y como lo demuestran las dos Ligas consecutivas ganadas en 1948 y en 1949, año en que el club celebró con gran éxito sus Bodas de Oro (antes de tiempo como vimos en Mentiras Culerdas I). Durante su mandato y con el asesoramiento de Pepe Samitier, el Barcelona ficha a Kubala (asunto este que trataremos en otro capítulo de esta serie).

La temporada más brillante de la presidencia deMontal llegaría en 1952, la plantilla entrenada por el cuñado de Kubala, e impuesto para que firmara por el Barça, Ferdinand Daucik, e integrada por nombres conocidos como Ramallets, Kubala, Basora, César o Manchón entre otros, conquistó la Liga, la Copa, la Copa Latina, el Trofeo Martini Rossi y la Copa Eva Duarte, cinco títulos, de dudosos valor algunos de ellos, pero por los que aquel equipo es conocido entre la culerada como el ‘Barça de las 5 Copas’.

Los éxitos de esta directiva filo-franquista fueron tantos, que a pesar de haber ampliadoel campo de las Corts,este se queda pequeño para acoger a un número creciente de aficionados. Por ello Montal compra unos terrenos, sobre los que, al cabo de poco tiempo, se construiría el actual Camp Nou. (Asunto este que merece capítulo aparte y lo tendrá).

El 16 de julio de 1952, Agustí Montal decidió abandonar la presidencia del club, dejándolaen manos de Enric Martí Carreto, otro franquista.

El Bueno de Martí Carreto pasará a la posteridad por su proverbial mezquindad y tacañería en el caso Di Stefano, que a la postre significaría que el genio argentino terminara deleitando al mundo entero desde Chamartín, gracias a la obstinación y audacia de otro genio llamado Santiago Bernabéu.

Ambos Di Stefano en el campo y Bernabéu en los despachos cambiarían la historia del fútbol español, europeo y mundial para siempre.