CRÓNICA | Inexplicable (e intolerable): Betis 2 – 1 Real Madrid

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Cerraba el Real Madrid la jornada de Liga, presentándose en el Benito Villamarín, como decía @pepo2204 en la Previa, vestido con el frac de líder. Aunque temporalmente se lo había arrebatado el Barcelona, al mismo tiempo que le había levantado la cartera a la Real Sociedad, con la colaboración necesaria de un arbitraje sencillamente escandaloso. Zidane decidió reemplazar a Carvajal, griposo, por Eder Militao en el lateral derecho. En el resto de la línea defensiva, por delante de Courtois, figuraban Varane, Ramos y Marcelo. El centro del campo clásico, con Casemiro, Kroos y Modric, tenía la misión de generar fútbol para que la delantera, formada por Lucas Vázquez, Benzema y Vinicius Jr lo finalizara en goles.

El Madrid empezó el partido dubitativo, pero el Betis tampoco andaba muy centrado. Tras unos minutos de tanteo, el Madrid comenzó a tener el balón. Pero lo cierto es que iba llegando arriba sin crear ocasiones destacables, solamente dominio territorial, con el equipo plantado en campo rival, pero sin remate. Solamente un disparo que salió cerca de la cepa del poste de Vinicius en el minuto 15 certificó que el Madrid había controlado esa fase. A partir de ahí, se agrietó el suelo bajo sus pies: el Betis, muy bien colocado a lo largo y ancho del campo, afiló su machete, especialmente en el medio, y el Madrid se fue haciendo pequeño. Hacía mucho tiempo que no se veía al conjunto madridista perder tantos balones, controlarlos tan mal, llegan forzados a cada cruce y deshacerse como un azucarillo en un café hirviendo. El café hirviendo lo pusieron Guardado, Edgar, Joaquín, Canales, y, sobre todo, Fekir, uno de esos jugadores que parecen llevar el balón atado con un hilo de nylon a la bota. E hizo que se derritieran Casemiro y Kroos, más imprecisos y poco sólidos que nunca. Modric trató de seguir generando peligro caído a banda derecha, pero sus esfuerzos no se vieron acompañados de un Lucas que también estuvo muy desafortunado en los centros.

El Betis comenzó a coleccionar jugadas de peligro, gracias a un ejercicio mil veces repetido que casi siempre le salía bien: presionaba al equipo madridista hasta que llegaba un pase muy apurado: ahí saltaba un jugador del equipo sevillano y cortaba el balón, iniciando la respuesta bética. Que fueron unas cuantas. Un mal despeje de cabeza de Militao dejó en bandeja un balón a Bartra, que el central exbarcelonista mandó alto también de cabeza. Una salida al contraataque del Betis acabó con un remate de Fekir, que Courtois sacó con una mano milagrosa. Al fin, en el minuto 40, el Betis sacó un córner, se produjo un barullo en el área y le cayó el balón a Ramos. El capitán blanco, en un exceso de confianza imperdonable (uno más de su lista), quiso salir del área jugando rodeado de tres o cuatro jugadores del Betis y, a la presión del primero, perdió el balón, generando incluso la duda de si había cometido penalti tratando de recuperarlo. El balón llegó a Sidnei que, a diferencia de Casemiro y Courtois, no dudó, y largó un zambombazo brutal que entró alto y pegado al poste en la portería del belga.

Lo de Sergio Ramos en las últimas semanas está siendo preocupante: el capitán blanco salta a presionar a la posición de medio centro, abandonando la de central, y no está claro si es una indicación del entrenador, o una decisión que él toma por su cuenta y riesgo. El caso es que no va a esos cruces con la decisión requerida, y genera un boquete importante. Si a eso se le suman sus alegres incorporaciones al ataque, cada vez más generalizadas, la ecuación da un resultado negativo para el cuadro madridista. Baste con decir que, salvo una vez, absolutamente todas las jugadas de contraataque del Betis a lo largo del partido le pillaron fuera de sitio y no llegó al área a tiempo. Sea el que sea el motivo, Zidane debería hablar con el de Camas y reubicarle en su lugar, limitando sus salidas y priorizando su labor defensiva. Si sigue con la actitud actual, de abandono de sus obligaciones, el equipo lo acabará pagando.

El 1-0 generó una cierta reacción del Real Madrid, que se fue a por la meta rival por fin. Ya en el tiempo añadido, una penetración por banda de Vinicius finalizó con un pase al corazón del área que le llegó a Modric, y al intentar cazar el rebote, Marcelo fue enganchado por un patadón de Sidnei que le levantó por los aires. El árbitro señaló el penalti, y Benzema lo marcó con oficio y tranquilidad, estableciendo el empate, y con el 1-1 se llegó al descanso.

La segunda parte fue auténticamente tétrica desde la perspectiva madridista. El Betis se llevaba todos los balones, ahogaba la salida madridista y propiciaba pérdidas de balón continuas, de Casemiro, Kroos, Modric, pero también de Lucas, Marcelo, Benzema… El equipo blanco no daba dos pases seguidos con seguridad, y cada jugada de ataque le costaba hilvanarla, cuando lo conseguía. Vinicius se diluía, Militao salía perdiendo en cada duelo, y todo era cuesta arriba. Sirva como dato que, ya en la primera parte, el Madrid había perdido 66 balones, y parecían muchos. En la segunda parte, perdió otros 81, empeorando aún más la sensación. En el minuto 55, un contraataque frenético del Betis (Fekir, Canales, Joaquín) estuvo a punto de ser gol, pero Modric consiguió interceptar el pase de la muerte de un Joaquín que ya había superado a Courtois, pero tuvo que utilizar su pierna mala, la izquierda. Sí, han leído bien, Modric. En el minuto 60, Marcelo tuvo que ser sustituido por Mendy, aparentemente lesionado. El Betis salía con mucho peligro, y su centro del campo era una auténtica fábrica de generar problemas al Madrid.

En el minuto 68, Zidane daba entrada a Mariano por Kroos, buscando un juego más directo, que no acababa de darse. Mendy, en una ocasión aislada, enviaba un trallazo al larguero de la portería defendida por Joel, pero en el Madrid no había mucho más en ataque. Llegadas de Lucas que acababan en malos centros, un Benzema que naufragaba continuamente en el área, un teatro de los horrores. A falta de un cuarto de hora para el final, una carrera de Fekir, que superaba a Militao completamente, acababa en un centro al área que Guardado empalmaba de volea y mandaba fuera por poco. En el minuto 79, Valverde relevaba a Modric y el Madrid agotaba los cambios, pero allí apenas cambiaba nada. Y, en el minuto 82, llegó la jugada clave. En la línea divisoria del campo y escorado a la derecha, Benzema dio un pase al centro que le salió flojo; Sergio Ramos fue a por el balón con menos entusiasmo que uno que va al cumpleaños de su suegra, y Guardado se llevó la pelota y se la puso en profundidad a Tello que, en el uno contra uno frente a Courtois, envió el balón al fondo de la red.

Desde ahí hasta el final, el Madrid lo intentó, con más intención que acierto, pero no se movió el marcador. Ramos, en su línea, se fue a hacer de delantero centro con Mariano, Benzema se salió del área, Mendy, Lucas y hasta Militao centraron desde los laterales, pero el equipo merengue podría haber estado poniendo centros hasta las 3 de la mañana, que hubiera dado igual. Fue tan funcional como hasta ahora lo ha sido. Un remate alto de Vinicius, dos cabezazos flojos de Mariano y un último remate desviado de Benzema dieron final al partido, con un resultado más que merecido de 2-1. El Real Madrid ha perdido cuatro de sus últimos siete partidos, desde la derrota frente a la Real Sociedad en Copa del Rey. A ése partido llegaba con ocho victorias seguidas. Con el mismo entrenador y los mismos jugadores. Que, evidentemente, tienen cosas que modificar. Porque jugar así solamente te lleva a despedirte de la temporada a finales de marzo. Ni juego, ni táctica, ni actitud, ni gol. Hay unas cuantas cosas para pensar y actuar.

 

RESULTADO FINAL: Real Betis Balompìé, 2 – Real Madrid, 1.

 

GOLES:

1-0: 40’ Sidnei

1-1: 45+2’ Karim Benzema (penalti).

2-1: 82’ Tello

 

REAL MADRID: Courtois; Militao, Varane, Ramos, Marcelo (Mendy, min. 59); Casemiro, Kroos (Mariano, min. 69), Modric (Valverde, min. 79); Lucas Vázquez, Benzema y Vinicius Jr.

 

ÁRBITRO: González González (comité castellano-leonés).Mostró tarjeta amarilla a Marcelo (m. 55).


Imagenes: realmadrid.com