CRÓNICA | Bipolar: Real Madrid 1 – 2 Manchester City

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Llegaba la ida de los octavos de final de la UEFA Champions League al Santiago Bernabéu, con una mezcla de dudas debido a los últimos resultados cosechados por el equipo madridista, y de la ilusión de que esta competición saca lo mejor de este equipo. Zidane sorprendió de nuevo, prescindiendo de Kroos en el once inicial, aunque se dijo por redes sociales que se debía a que había experimentado molestias al final del entrenamiento matutino. Así, el entrenador francés decidió afrontar el partido con Courtois en portería, una línea defensiva formada por Carvajal, Varane, Ramos y Mendy; un centro del campo con Casemiro, Valverde, Modric e Isco, y una dupla atacante formada por Benzema y, volcado en banda izquierda, Vinicius Jr.

El inicio del partido fue de tanteo mutuo. Ninguno de los dos equipos se lanzaba de manera decidida a por el otro, aunque los dos presionaban muy arriba y, en esos primeros momentos, el Madrid manejaba más el balón, mientras el equipo del gurú de Santpedor (véase la previa de @pepo2204 en estas mismas páginas) trataba de aprovechar las salidas en largo. Apenas había llegadas a las áreas, y el ánimo de impedir el juego del rival se imponía a la capacidad de generar peligro. Una contra peligrosa del City en el minuto 21 finalizaba con un remate de Gabriel Jesús que Courtois desviaba con apuros. En esta primera parte, el Madrid sacaba pacientemente el balón por la banda derecha, con Carvajal y Varane asumiendo algunos riesgos, y contando con la colaboración de Isco y Modric para iniciar el juego desde ahí, para tratar de llevarlo hacia la banda izquierda del ataque madridista, donde Vinicius apenas contaba con espacios para asaltar el área. El City, por su parte, trataba de cargar su actividad ofensiva por el flanco izquierdo también, buscando al lateral derecho madridista y al central francés. Y así iban pasando los minutos.

Transcurrida la primera media hora de juego, llegó la oportunidad más clara del Real Madrid. Un centro desde el lado izquierdo de Mendy fue rematado abajo, picado, por Benzema. Ederson metió la mano para despejar con apuros, y el balón muerto llegó a los pies de Vinicius que, en el área pequeña… pisó una piel de plátano, o una cáscara de melón, quién sabe, se resbaló y no consiguió llegar a rematar a gol. A partir de ahí, poco a poco, el City fue encontrándose más cómodo lanzando contraataques eléctricos, mientras el Madrid sufría para sacar el balón jugado, Carvajal comenzaba a cometer errores en la entrega, Varane se veía superado en la construcción, y ya ni Modric ni Isco tenían fuelle para bajar a hacer tareas de desatasco. En el último minuto del descuento, un córner lanzado por el City fue despejado por Courtois lateralmente, Gabriel Jesús recibió la pelota rechazada y remató. El caso es que el balón iba fuera, pero Ramos, en un extraño baile al intentar despejar, tocó el esférico hacia su propia portería y, primero Casemiro parando el balón en la línea de gol, y luego Valverde con un zapatazo que lo mandó lejos, consiguieron mantener virgen el marcador. Se llegó 0-0 al descanso, con la sensación de que el Madrid había llevado más el peso del juego, pero que el City era muy peligroso en los contraataques y podía marcar en cualquier momento.

El inicio de la segunda parte fue un auténtico calvario para el Real Madrid. Añadido a sus dificultades para sacar el balón jugado, que se mantenían, con Carvajal y Varane cada vez peor, el Manchester City comenzó a estirarse y buscar la portería de Courtois. Empezaron a sucederse llegadas, una detrás de otra, en que bien la defensa o bien el cancerbero belga, consiguieron a duras penas aguantar el tirón e impedir que el equipo celeste, hoy vestido de negro, marcara algún gol. El partido comenzó a ser de ida y vuelta, al Madrid le costaba cada vez más inclinar el terreno a su favor, y parecía que el gol del equipo citizen estaba cada vez más próximo. Y, sin embargo, ocurrió lo contrario: una galopada espectacular de Vinicius atrajo sobre él, al entrar al área, a tres defensores y, en un gesto técnico espectacular, cedió el balón al espacio libre a su derecha, donde Isco cargaba su revólver; el malagueño recibió y cruzó el balón ante la salida de Ederson a la desesperada, mientras se caía, pero consiguió que la pelota entrara junto al poste.

El 1-0 demostró que, efectivamente, el fútbol es un estado de ánimo. Tras una hora de partido entre gris y tedioso, Benzema resucitó, Mendy cogió su mochila y comenzó a hacer excursiones peligrosas a la vera de Vinicius, Modric se agigantó, Valverde reapareció tras vivir en las sombras, Isco recuperó chispa, y los centrales se centraron. Solamente Carvajal seguía empeñado en hacer túneles a frailes, y Casemiro flojeaba en el pase, con pérdidas poco habituales en él. El Madrid aguantaba las embestidas del City, pero además se desplegaba llevando peligro, y se acercaba a marcar el segundo, teniendo diversas ocasiones en ese tramo. Zidane hacía su primer cambio en el minuto 74, y Bale entraba por un Vinicius agotado después de un partido activo y peligroso, que había sido el espolón del ataque madridista. Todo hacía presagiar un final con el equipo de negro asaltando el área blanca, y el blanco saliendo a contraatacar con nervio, cuando, en el minuto 78, una llegada de De Bruyne por banda izquierda no era neutralizada por ningún madridista, y su centro al segundo palo era rematado por Gabriel Jesús tras un contacto con Ramos, que se tragaba el balón. Courtois no pudo detener el cabezazo, y el 1-1 subía al marcador.

El empate supuso un impacto bestial en la moral del Real Madrid, que se vino abajo como un castillo de naipes en mitad de un huracán. El City olió la sangre, el equipo blanco se desmembró, y una penetración a toda velocidad de Sterling también por la izquierda fue finalizada por Carvajal con una entrada infantil y a destiempo, cometiendo penalti. A mí, personalmente, me pareció que el extremo inglés ya se estaba cayendo cuando Carvajal le tocó (qué cojones, le barrió), pero no era nada extraño que el árbitro pitara el penalti, y lo pitó. De Bruyne lo ejecutó engañando a Courtois, y llevó el 1-2 al marcador. A partir de ahí, el desánimo devino en confusión y desesperación, y un mal pase de Casemiro colocó a Gabriel Jesús en situación de uno contra uno frente a la portería madridista. Ramos se cruzó siendo el último hombre, y tocó al brasileño fuera del área. Con lo que evitó el penalti y la ocasión, pero dejó a su equipo con diez justo cuando más falta hacía ser once, al ver la tarjeta roja. Por otro lado, Zidane ya había agotado los cambios tras el segundo gol citizen, dando entrada a Lucas y Jovic por Isco y Modric. Con lo que el partido acabó de manera algo esperpéntica, con Casemiro incrustado como central, un centro del campo atípico compuesto por Lucas Vázquez, Valverde y Bale, y con Benzema y Jovic arriba tratando de cazar algún balón. Un despropósito, vaya. Y una demostración de impotencia absoluta.

Con la derrota en casa de hoy, el Real Madrid tiene muy complicado el pasar a la siguiente ronda de la Copa de Europa. Solamente puede optar a llegar a cuartos haciendo un partido sobresaliente en términos tanto defensivos como ofensivos en Manchester, sin Sergio Ramos, y con un resultado adverso de partida. Hemos visto cosas más raras, pero en aquellos tiempos el equipo, la mentalidad y la confianza de la afición eran otros… Además de esto, el domingo llega el Barcelona al Bernabéu, y tras los últimos resultados en Liga, los augurios no son buenos. Solamente queda creer en aquello que decía Arbeloa tras la final de Milán. Nos han dado por muertos muchas veces, y la duda es si este equipo tendrá alma para resucitar en mitad del Etihad Stadium dentro de tres semanas. De momento, lo que necesita es sacudirse este carácter ciclotímico, bipolar, que se ha instalado en los últimos partidos, y recuperar la estabilidad y la fortaleza mental que le ha hecho grande. Lo demás llegará después, si tiene que llegar.

 

RESULTADO FINAL: Real Madrid, 1 – Manchester City, 2.

 

GOLES:

1-0: 60’ Isco (asistencia: Vinicius).

1-1: 78’ Gabriel Jesús.

1-2: 83’ De Bruyne (penalti).

 

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Modric (Lucas Vázquez, min. 84), Valverde, Isco (Jovic, min. 84); Vinicius Jr, (Bale, min. 75) y Benzema.

 

ÁRBITRO: Daniele Orsato (Italiano). Mostró tarjetas amarillas a Valverde (min. 48) y a Modric (min. 54). Expulsó por roja directa a  Ramos (min. 86).


Imagenes: realmadrid.com