CRÓNICA | Estamos de vuelta: Real Madrid 0 – 0 Atlético de Madrid (4-1 Penaltis)

Una crónica de: @MiedoEscenico2

Y llegó el primer día D de la temporada. La final de la Final Four de la Supercopa de España, un trofeo menor si lo ganan unos, y un gran logro si lo ganan otros. Zidane, tras una rueda de prensa en la que volvió a esconder sus intenciones detrás de esa enigmática sonrisa, repitió el once de semifinales. El Atlético tendría que cazar elefantes, porque el equipo blanco salía con Courtois en portería, Carvajal, Varane, Ramos y Mendy atrás, Jovic arriba del todo y el centro del campo superpoblado que volvían a conformar Casemiro, Valverde, Kroos, Modrić e Isco.

La primera parte fue fea. Así, sin más. Como el hermano feo de los Calatrava. El Madrid empezó bien los primeros diez minutos, y hubo un par de remates de Casemiro y Modrić, que detuvo Oblak sin tener que emplearse a fondo, tampoco. El Atlético, poco después, comenzó a presionar más arriba y más fuerte, y empezó a forzar errores del equipo blanco en la salida del balón.

En el minuto 13, un error en la entrega de Ramos dio e bandeja balón a Joao Félix, que remató desviado. Un minuto después, otro error, está vez de Mendy, permitió a Morata simular un penalti, un jugada por la que no recibió el Óscar (era de esperar) ni la preceptiva tarjeta amarilla por parte del colegiado. El Madrid sufría para sacar el balón jugado, y apenas llegaba a portería rival, mientras que el Atlético recuperaba balones en rechaces y segundas jugadas. En esta fase, Morata remató fuera, desde fuera del área, en el minuto 19 y Saúl estuvo a punto de hacerlo, pero Carvajal consiguió desviar a córner. Y ahí se acabó prácticamente el peligro rojiblanco.

A partir de ese momento, el Madrid retomó el mando. Comenzó a castigar con saña por la banda derecha, donde las asociaciones entre Carvajal, Valverde y Modrić llevaban peligro pero apenas había remate. En el minuto 28, Valverde lanzaba un centro-chut fuera, y el equipo blanco dominaba el balón y el espacio, pero el Atlético de Madrid parecía muy cómodo en ese rol de equipo replegado, esperando una contra para salir. Una salida rápida de Mendy por su banda, acabó con el lateral francés rematando a las manos de Oblak en el minuto 38, pero en el 41, Saúl remataba de media chilena y paraba Courtois, aunque la pelota iba fuera. Lo último del primer tiempo fue un cabezazo fuera de Casemiro, tras un lanzamiento de córner de Toni Kroos.

El descanso venía a confirmar que la final se estaba jugando como quería Simeone, pero que Zidane no iba a molestarse por eso. Ya iría viendo soluciones. De hecho, el inicio de la segunda mitad trajo alguna novedad. Jovic, con el traje de camuflaje hasta el descanso, apareció de pronto, cual Thor en mitad de una tormenta, a lomos de un caballo alado, y en el minuto 47 aprovechó un balón en largo para meterse entre tres defensores en velocidad, pero uno de ellos consiguió mandar a córner. Apenas tres minutos después, un pase en profundidad de Modric fue rematado por él cruzándolo en exceso y saliendo cerca del poste.

El Madrid empezaba a atacar con más velocidad, y el Atlético comenzaba a perder tiempo en cada saque de banda, de puerta o de falta. Otro remate de Modrić fuera fue la antesala del primer cambio del Madrid. El joven Rodrygo entró por Isco y el equipo blanco se transformó en un 4-4-2. En el minuto 66, otra buena jugada de Jovic ponía el balón en el área y Valverde, omnipresente, que no sabía si rematar con la cabeza o con la rodilla, acabó mandando fuera la pelota.

El Madrid iba avanzando cada vez más, y parecía que Rodrygo le había dado más dinamismo y empuje. Poco después, un centro-chut de Carvajal, era parado por Oblak, mientras el Madrid seguía intentando resolver el partido con más intensidad que acierto. Pero algo cambió a partir de ahí, porque el Atlético empezó a salir al contraataque de una manera cada vez más peligrosa, con el puñal escondido entre las franjas rojas, y muy malas intenciones.

En el minuto 79, Morata remató, muy de cerca, y Courtois inició su festival personal, desviando el disparo. Mariano entró por Jovic pocos minutos después, y tuvo una oportunidad a centro de Modrić que salió fuera. En el tiempo de descuento, Rodrygo intento evitar la prórroga rematando un centro de Carvajal, pero una vez más allí estaba  Oblak para detenerlo. Y, en la jugada final del tiempo normal, Thomas lanzaba una falta directa, intentando sorprender a Courtois por fuera de la barrera, pero el cancerbero belga la desvió nuevamente.

El 0-0 inicial era el marcador que lucía al final de los noventa minutos, Simeone era feliz y Zidane andaba pensando en cómo volver a alterar el espacio-tiempo de alguna manera, teniendo en cuenta los recursos con los que contaba, y el estado en que estaban los jugadores madridistas. Poca alquimia había disponible ya, entre lesiones y cansancio, pero tenía claro que había que llegar hasta el final.

La prórroga empezó con intercambio de golpes, un remate de Mendy desde fuera del área acabó fuera, mientras que otro de Vitolo fue parado por Courtois. Giménez cabeceó fuera un centro al área madridista, y la sensación era que el Madrid dominaba la posesión pero generaba poco peligro, y que el Atlético salía con demasiada facilidad por el medio, superando las líneas madridistas basándose en pases y movimientos, como un cuchillo caliente en mantequilla.

En el minuto 99, Kroos remataba alto, un par de minutos después era Mariano el que cabeceaba fuera, y poco antes del descanso de la prórroga, Zidane hacia su apuesta más ambiciosa, introduciendo a Vinicius por Kroos y plantando el 4-3-3 y la delantera más impensable hace apenas una semana, con el proscrito Mariano y los dos chavales brasileños. La segunda parte de la prórroga empezó con un remate de Morata de media chilena, que sacó Courtois con el pie. Ya en el minuto 109, el equipo blanco tuvo las dos oportunidades más claras del partido: primero Modrić y después Mariano remataron duro a puerta, para encontrarse en ambas ocasiones con un muro llamado Oblak, que la rechazó. El Atlético seguía lanzando contras de vez en cuando, y Valverde ya se vio forzado a cortar una con una falta que le costó una tarjeta amarilla. 

Pero en el minuto 115 llegó una de las jugadas determinantes de la final. Un rechace alto de la defensa colchonera llegó al círculo central, donde estaban tres atléticos, Carvajal y Valverde. Pifió Carvajal el despeje, y el balón le llegó a Morata, que salió disparado hacia la portería de Courtois. El Pajarito Valverde, tras casi dos horas de brega física y despliegue táctico, salió tras él con sus botas de siete leguas. Cerca del semicírculo de la frontal del área, tomó prestadas las tijeras de podar a Casemiro, se encomendó a su alma uruguaya, y rindió su último servicio al equipo en el partido, metiéndole por detrás un doble viaje al delantero lacrimoso, al que mandó al suelo. El árbitro hizo lo único que podía hacer, mandarle al vestuario, pero ese último sacrificio valió su peso en oro evitando un posible gol que hubiera sido casi imposible de levantar. 

Se montó tangana, que no fue a mayores, aunque Savic y Carvajal, entre otros, se llevaron una amarilla, y Morata un chichón digno de Mortadelo. Los cinco últimos minutos el Madrid estaba sin apenas centrocampistas, con Casemiro empotrado entre los centrales, y Modrić dando hasta su último resuello defendiendo aquí y allá. El Atlético tuvo dos oportunidades más, y nuevamente Courtois demostró que las puertas blindadas son lo suyo, y que tiene la llave maestra. Así que, recordando la final de Milán, se llegó al final de la prórroga con empate, y hubo que ir a los penaltis.

Ahí, el Atlético sólo consiguió marcar uno, por medio de Trippier, mientras el Madrid marcaba cuatro (Carvajal, Rodrygo, Modrić y Ramos). A Thomas se lo paró Courtois en una estirada felina (la otra jugada determinante) y Saúl honró el espíritu de Juanfran mandando el suyo al palo, en ese infinito deja-vu atlético que le acompaña allá donde vaya, recargando su leyenda de pupas. Y el partido acabó con la victoria del Madrid en una final. Que es una frase que decimos hoy, pero que podemos haber repetido otras cuantas veces en los últimos cuatro años. El Real Madrid, proclamándose hoy campeón de la Supercopa de España, ha ganado nueve de nueve finales bajo el mando de Zinedine Yazid Zidane. Eso, amigos madridistas, significa que estamos de vuelta. Y que tenemos ganas de más.

 

RESULTADO FINAL: REAL MADRID, 0 – ATLÉTICO DE MADRID, 0 (4-1 en los penaltis).

 

Penaltis:

1-0, Carvajal

Saúl, al poste

2-0, Rodrygo

Thomas, para Courtois

3-0, Modric

3-1, Trippier

4-1, Ramos.

 

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Kroos (Vinicius, m. 112), Valverde, Modric, Isco (Rodrygo, m. 59); y Jovic (Mariano, m. 82).

ÁRBITRO: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Tarjetas amarillas a Mendy (min. 90+2), Modrić (min.90+2), Valverde (min. 111), Carvajal (min. 115). Expulsó a Valverde con roja directa (min. 115).


Imagenes: realmadrid.com