CRÓNICA | Reconquista de puestos con la mirada en el derbi: Real Madrid Castilla 2 – 0 Real Oviedo B

Una crónica de: @Datemus

Importantísima victoria del Castilla hoy tras el gran partido jugado en el campo del líder la semana pasada. Los tres puntos obtenidos en el Di Stefano ponen fin a una pésima racha del equipo y confirman las buenas sensaciones que dejaron los nuestros el pasado fin de semana, fundamentados, de nuevo, en la concentración defensiva y en la constancia a lo largo de los noventa minutos. Parece que por fin hemos dejado de regalar dos goles en cada partido y de hundirnos en las segundas mitades. Además de ganar posiciones en la clasificación, encaramos el dificilísimo derbi del próximo sábado con confianza y buenas vibraciones.

Comenzamos, como es habitual, repasando la alineación de Raúl. El equipo repitió atrás salvo en la portería, donde jugó Belman en detrimento de Altube. La principal novedad fue la salida como medio centro de Martín Calderón en lugar del habitual Blanco. Parece que para Raúl no hay nadie imprescindible y lo cierto es que cuenta con muchísimos jugadores, lo que es muy importante no solo para mantenerlos motivados sino para progresar en su formación como futbolistas. La otra novedad importante fue la entrada de Jordi como interior derecho, dando libertad a Fidalgo. Franchu Feuillassier quedaba como interior izquierdo y como puntas repetían César Gelabert y Pedro.

El partido comenzó muy equilibrado, con duelos muy intensos en todas las posiciones del campo. El Oviedo se mostró muy combativo y valiente, presionando muy arriba y tratando de jugar siempre la pelota con criterio y calidad, sin dejar de aplicarse a la hora de recuperar la pelota.

Tras doce minutos muy intensos, el Castilla fue poco a poco imponiéndose en el dominio de la pelota, aunque con poca participación de la línea de medios con la excepción de Martín, que tenía que aplicarse para dar alternativas a los balones sacados directamente por los centrales. Todo ello con la inestimable ayuda del inconmensurable Pedro, partiéndose una vez más el alma en solitario contra la defensa rival, así como de Gelabert, con sus caídas a la línea de medios para generar superioridad y apoyos en dicha zona.

De esta forma se llegó en al minuto 16’. Belman saca la pelota por arriba para que reciba Gelabert de espaldas en medio campo. Tras una intensa lucha con la participación de Fidalgo, el delantero local se lleva la pelota y abre rápido a la derecha para Jordi ya en campo contrario. Con muchos jugadores del Oviedo involucrados en la presión arriba y pocos efectivos atrás, le sale el lateral Pierre, permaneciendo el central Ugarte atento para cubrir un posible desborde del madrileño a su par. El centro del área quedó encomendada, tan sólo, al otro central Tarsi y al lateral Jorge Mier. Pedro aprovecha la presencia de espacios para realizar un excelente desmarque en diagonal desde el centro a la derecha que ve perfectamente Jordi mientras conduce; entonces pone al sevillano un soberbio pase que el espigado ariete andaluz toca cruzado de primeras, sin controlar, mandando la pelota a la red con muchísima calidad. Golazo de Pedro que hace justicia a sus magníficas últimas actuaciones.

Tras el 1-0, pareció que el Oviedo quedaba algo tocado y que el Castilla podía sentenciar el encuentro. Fue un espejismo. El conjunto asturiano siguió peleando con bravura y se sobrepuso a base de trabajo y calidad. Tarsi y Raúl Alarcón comenzaron a adueñarse de la medular muy bien acompañados por Villacañas y Mier. Los visitantes se apropiaron de la iniciativa e hicieron trabajar muchísimo al Castilla. Afortunadamente, los locales continuaron trabajando muy intensamente en la medular y mantuvieron la defensa no menos de diez metros por delante de la central del área, evitando el instinto natural de acercarla a la portería al verse dominados. Además, los centrales estuvieron muy atentos al corte de pases que desde posiciones entrelíneas, los astures trataban de enviar a sus espaldas. Esto es lo que se necesita para ganar los encuentros: saber competir en todas las fases del partido con oficio y concentración, en especial, cuando el rival te supera.

En el 27’,  Javi Mier realiza desde la media punta y con espacios una buena jugada individual. Tras superar a sus rivales, abre a la banda derecha, donde Uiti, de primeras, le devuelve la pelota con precisión a la frontal del área. Mier dispara con el interior sin prácticamente oposición, ya que Javi Hernández llega algo tarde a tapar esa zona y el balón se marcha alto por poco.

Hacia la media hora, el partido se equilibra un poco aunque siguiendo la misma tónica general. Hasta el minuto 40’ no creó el Castilla prácticamente juego, pero apareció Fidalgo entonces como para anunciar su recital en la segunda mitad. Tras una buena jugada individual en la que se recorrió de izquierda a derecha toda la frontal del área, pasa a Jordi, que golpea intentando buscar a Pedro, su centro no es suficientemente bueno. En el 42’, una rápida contra conducida por Gelabert termina sin peligro al abrir equivocadamente el balón a la izquierda, donde Franchu no había acompañado la jugada. Se llegó así al fin de los primeros 45 minutos que fueron, en general, muy igualados.

En la segunda mitad salieron los mismos jugadores que de inicio. En la primerísima jugada bien pudo igualar el Oviedo ante la falta de concentración de la defensa blanca. El central Ugarte conduce el balón en la frontal de su área y de forma previsible, da un pase largo que a pesar de su precisión, debería de haber sido cortado por Guillem. Sin embargo la pelota llega, por la izquierda castillista, a Utiti, que centra desde la línea de fondo al área, donde ya había tres jugadores del Oviedo al remate. El balón, un poco pasado, pasa afortunadamente algo por encima de Javi Cueto pero no de Villacañas, que en lugar de rematar directamente con la derecha perfiere cambiarse la pelota de pierna. Villacañas tampoco ve, probablemente molestado por el sol, a su compañero Javi Mier completamente sólo en el punto de penalti, al que le habría sido fácil servir de primeras. Tras pasarse el balón a la izquierda remata a puerta desde prácticamente el área pequeña, pero Guillem llega a tiempo de despejar gracias a la desafortunada maniobra del centrocampista ovetense.

Esa fue la mejor ocasión del Oviedo en la segunda parte. Por fortuna, la amenaza de igualada pareció convocar nada menos que a la “Fidalmónica” de Asturias, que no juega en el filial del equipo de la capital del Principado sino en el de la capital del Reino. El director asturiano machacó a sus paisanos ordenando las secciones de viento, cuerda y percusión. Si hasta entonces la sinfonía transcurría ordenada pero previsible, Álvaro Fidalgo comenzó a crear un juego imaginativo en el que la superposición y sucesión de instrumentos, ora con pausa ora con ritmo frenético, era imaginativa y brillante, haciendo disfrutar, por segundo partido consecutivo, a un espectador acostumbrado en el segundo movimiento a la desesperación. Por si fuera poco, el director de la orquesta no renunció en ningún momento a simultanear su función con la de solista, en la que fue especialmente determinante. Así, en el 47’, una sensacional jugada suya en la medular termina con un gran pase en profundidad hacia el desmarque de Pedro. El delantero sevillano es agarrado clarísimamente pero el árbitro decide no pitar el penalti.

En el 48’, Franchu recibe en posición de interior y abre sensacionalmente bien hacia el desmarque en profundidad de Jordi por la izquierda. El madrileño hace un gran pase de la muerte desde la línea de fondo a la frontal del área que recoge Gelabert, pero su disparo, con el interior de la izquierda, sale demasiado centrado y es detenido por Valens.

En el 52’, el Castilla saca una falta en la medular. La pelota llega a Franchu casi en el pico del área, desde donde lanza una diagonal en la que se va, en una sucesión fantástica de regates, primero de Jorge Mier y luego de Jose Martínez, que le derriba con el cuerpo a la altura del punto de penalti cuando el argentino tenía toda la portería delante franca para el disparo.  El árbitro, al lado de la jugada, esta vez se ve casi obligado a señalar la clara falta. Entonces Fidalgo decidió disputar una partida de póker en forma de eterna paradina. A pesar de que Valens no se tragaba el farol y permanecía bajo palos de pie sin dar muestras de sus intenciones, el centrocampista blanco, con nervios de acero, envidó más décimas de segundo hasta que el portero se venció a un lado, momento en que le chutó  el balón por arriba. Dos a cero que hacía justicia al juego castillista en la segunda mitad.

El marcador le supo a perlas al técnico local Raúl que tan sólo ocho minutos después, en el 60’, decidió apuntalar la medular retornando a su tradicional doble pivote. Jordi abandonó el campo y Antonio Blanco pasó a acompañar a Martín. El puesto de interior lo compaginó Fidalgo con sus otras funciones en el campo, brillando por igual en todas ellas. Al cambio de Raúl reaccionó el técnico visitante, dando entrada a Steven y Vanderson por Uiti y Villacañas. En el 68’, un muy trabajador César Gelabert cedía su puesto a Marvin, seguramente con la intención de aprovechar la velocidad del jugador juvenil en algún contragolpe así como su profundidad por la derecha.

La tónica no cambió. No obstante, en el 69’, la pelota llega mansamente a Alarcón desde un saque de banda sin que nadie se salga. El jugador ovetense conduce un poco y como nadie le estorba, lanza desde lejos un formidable disparo que sale rozando la escuadra de la meta de Belman. Segundo susto de la segunda mitad.

En el 70’, Franchu cayó lesionado. Esperemos que no de gravedad, ya que está cogiendo el estado de forma que debe llevarle a ser uno de los jugadores más decisivos del Castilla. Ojalá esté listo para el duro encuentro del domingo que viene. Su puesto lo ocupó el andaluz Baeza.

El dominio y el juego en la medular continuaron siendo locales. No obstante, la defensa se relajó y se adormeció demasiado. Así, en el 80’,  Javi Cueto se desmarca en ruptura entre los dos centrales y recibe un gran pase, pero Belman se juega el físico y llega a despejar antes de que el jugador visitante golpee a gol. En el 88’, Vanderson abre un gran balón a la izquierda donde se incorpora el lateral Pierre, muy activo todo el partido. Steven gana la espalda a Dela y remata de cabeza pero, afortunadamente, la pelota se va fuera. Y es que los de atrás se estaban dejando llevar por la sensación de partido ganado y repitiendo errores del pasado.

No obstante, no hubo tiempo para más y a pesar de los cinco minutos de descuento, el Oviedo, que nunca se entregó y que tiene jugadores de calidad, no pudo generar más problemas a un Castilla serio y que llegó en muchas ocasiones, aunque sin demasiada fortuna, al área visitante durante la segunda mitad.

Tres puntos que saben a gloria, invierten por fin el sentido de la caída y siembran las bases para remontar el vuelo. Ganar la altitud de los puestos de cabeza pasa, ni más ni menos, por obtener un buen resultado en la visita al Atlético de Madrid B el próximo sábado a las 17:00. Los colchoneros van segundos en la clasificación, a seis puntos del Atlético Baleares aunque con un partido menos, por lo que son, sin lugar a duda, uno de los equipos más fuertes de la categoría, con jugadores de mucha más experiencia que los de nuestro filial. Todo un examen para los nuestros que esperemos sean capaces de superar como en Mallorca el pasado fin de semana.

 

RESULTADO FINAL: Real Madrid Castilla 2 – Real Oviedo B 0

 

GOLES:

1-0 (min. 16): Pedro.

2-0 (min. 53): Fidalgo, penalti.

 

ALINEACIONES:

Real Madrid Castilla: Belman, Guillem, De la Fuente, Javi Hernández, Fran García, Martín, Fidalgo, César (Marvin, 68’), Feuillassier (Baeza, 72’), Jordi (Blanco, 61’) and Pedro.

Oviedo B: Jaume Valens, Jorge Mier, José Martínez, Ugarte, Pierre, Tarsi, Alarcón, Javi Mier (Lorea, 78’), Viti (Steven, 62’), Villacañas (Vanderson, 62’) and Javi Cueto.


Imagenes: realmadrid.com