CRÓNICA | Tortugazo en Vitoria: Kirolbet Baskonia 89 – 91 Real Madrid

Una crónica de: @Tere_Stegen

Esta semana, tras ganar en Euroliga al Alba Berlín, nos enfrentábamos al Kirolbet Baskonia en su feudo, un Fernando Buesa Arena que siempre recibe al Real Madrid muy calentitos. Nada que ver con el viento que hoy soplaba en la capital, en Vitoria parece ser que el modo de atemperar el partido siempre tiene que ser a base de insultos a nuestro equipo. Los “así gana el Madrid” aderezados con “Puta Real Madrid” y vuelta a empezar. Nada nuevo bajo el sol vitoriano.

Empezamos el partido con Laprovittola, Causeur, Deck, Randolph y Jordan Mickey. Los primeros compases del juego se hilvanaban con jugadas un tanto desiguales a ambos lados de la cancha, si Laprovittola metía un triple y Randolph otros tres, Shengelia contestaba con un matazo. A destacar el buen trabajo defensivo de Mickey, frente al cual se ha fallado algún mate, pero también lo mucho que sufre el bueno de Jordan cuando le toca ejercer de lo que no es, frente a las torres del Baskonia. En el minuto 2:20, Randolph ya tenía 12 puntos tras anotar los tres tiros libres que le correspondieron y en el cambio de éste y Deck por Usman Garuba y Taylor, conseguimos subir un poco la defensa, mientras que Llull desatascaba un tanto el juego haciendo el relevo de Causeur. Se buscó un tiempo muerto para la reacción y nos pusimos en 21-23.

El segundo cuarto, lo iniciaron en cancha Campazzo, Llull, Taylor, Garuba y Tavares. Intentaba Laso imponer el ritmo rápido al que el Madrid nos tiene acostumbrados, sabiendo que es ahí donde podemos obtener ventaja y el joven Usman lo entendió a la perfección, asociándose de maravilla con Campazzo y deleitándonos con un coast to coast increíble. Como increíbles también los porcentajes del chaval, que ha tirado de triple, de tiro libre y reboteado con la misma facilidad. Precisamente un triple suyo ha puesto al Madrid con la máxima diferencia hasta el momento, 21-32. Mientras que Campazzo parecía saber muy bien lo que iba a hacer Vildoza, no en vano, comparte muchas horas de vuelo en la selección, los mejores momentos fueron con Deck en cancha, ya que Pierriá Henry fue demasiado para Facundo, quien no pudo evitar que a estas alturas del partido éste llevara 10 puntos. Con Llull y Rudy en cancha, comenzaron a llover los triples de ambos y los robos de Rudy, demostrando que la sociedad de los dos baleares sigue funcionando a la perfección. Pese a que Tavares no puede respirar sin ser sancionado y a los “deportivos” gritos de la afición vasca, el Madrid se fue al descanso con un 34-47, que parecía presagiar una segunda parte plácida para los blancos.

Imagen: realmadrid.com

Nada que ver los presagios con la realidad. El segundo tiempo lo comenzó en cancha con los mismos protagonistas que en el primer cuarto no terminaron de funcionar bien juntos (Laprovittola, Causeur, Deck, Jordan Mickey y Randolph) y una caraja enorme, que nos brindó como resultado un parcial de 11-0 hasta el primer tiempo muerto de Laso, con su correspondiente cabreo. Se ponía el marcador 44-47, que consiguieron levantar primero Randolph (que ya tenía 14 puntos por entonces) y luego Mickey, que demuestra que tiene decisión y conceptos para dar y tomar, aunque no se ha librado de ser arrollado por Fall y Eric. El Baskonia consiguió, tras un triple, ponerse empate a 51. Tras Carroll en la línea de tiros libres y Randolph sumando triples y tiros libres con la misma facilidad, hubo alguna jugada dudosa en la que no se pitó nada en ataque al equipo vitoriano y, sin embargo, Campazzo, un tanto acelerado, fue sancionado en defensa. Laso protestaba y era avisado de técnica (que sí se le pitó a Garino por un descarado flopping). Robó Carroll para remontar un poco y poner al equipo en 63-59 y Garuba y Rudy fueron recuperando algo de terreno. Campazzo fue literalmente arrollado por Henry, convirtió una buena canasta que nos puso a dos y tras un tiempo muerto de Perasovic nos marchamos al descanso con 70-65 y 36 puntos encajados.

El último cuarto del partido, Laso buscaba otra cosa y parece que la consiguió encontrar con Campazzo, Rudy, Taylor, Tavares y Garuba, ya que un triple de Jeff casi al inicio nos puso a dos puntos (70-68). Con la cuarta personal de Campazzo y la entrada en cancha de Rudy, quien tras anotar el 70-71 adelantó a Louis Bullock como anotador (ya se sitúa en el número 25 de anotación de la ACB), las cosas, lejos de ponerse fáciles, seguían complicándose, ya que un tapón legal de Tavares se convirtió en falta en su contra y Fall decidió que era el mejor momento para ponerse a hacer flexiones en la cancha… El marcador, al parecer, también andaba loco y Vildoza llegaba a los 13 puntos, mientras que Garuba alcanzaba los 12.

Llull nos puso 78-76 y Rudy convirtió sus dos tiros libres para llegar al empate. Más tarde, hizo uno de sus robos magistrales que Llull convirtió en canasta. Taylor presionaba en defensa a Vildoza, nos adelantábamos en el marcador y de nuevo Llull situó en 80-85 la diferencia tras un triple. Aunque cada vez que algún incauto se acercaba a canasta, con Tavares cerca se le hacía la noche, Randolph seguía anotando tiros libres y alcanzando 22 puntos y que Llull nos brindó un coast to coast precioso, el partido volvía a estar empatado tras sucesivos tiempos muertos de Perasovic y Laso, que convirtieron el final de partido en un agónico y vibrante encuentro. Cuando parecía que nos íbamos a la prórroga, a quince segundos del final, tras un mate de Eric y con un quinteto de lujo en cancha (Campazzo, Lllull, Rudy, Deck y Randolph), la fortuna se revistió con acento de luchador argentino y quiso que entrara en el último segundo la canasta del Tortuga. Un más que merecido 89-91 le daba la victoria al Real Madrid y pintaba una sonrisa en los labios de Gabriel Deck. Y otra victoria que nos traemos a casa.