CRÓNICA | Un regalo del Ferrol, dos del Castilla y tres puntos que vuelan: Real Madrid Castilla 1 – 2 Racing Club Ferrol

Una crónica de: @Datemus

Qué distinto ha sido el partido de hoy a los últimos jugados por el Castilla en el Di Stefano. Nuestro filial ha dejado volar los tres puntos al regalar dos goles a su rival y, lo que es peor, cuando éste iba en desventaja en el marcador. Nada que ver con los últimos partidos en casa, que quedaban prácticamente sentenciados fruto del juego excelso desplegado en las primeras mitades, pero que por el contrario hoy solo ha aparecido  en los últimos veinticinco minutos de encuentro.

Formaron los nuestros con Altube por Belman bajo palos, Sergio López por Guillem en el lateral derecho y Pablo por Pedro en la posición de ariete, repitiendo los mismos jugadores que partieron contra el Coruxo en la jornada pasada. En este punto, cabe preguntarse por qué Rodygo Goes, en una semana en que el primer equipo descansa por imposición político administrativa, no ha sido ni siquiera convocado cuando Raúl González no podía contar ni con Pedro ni con Latasa por lesión. El carioca ya participó en los encuentros contra el Langreo y el Rayo Majadahonda, demostrando en ambas ocasiones que su nivel como futbolista está muy por encima de la categoría. A pesar del enorme esfuerzo realizado en la Copa de Europa el martes pasado, no cabe duda de que podría haber sido muy útil al menos en los últimos minutos de encuentro.

Comenzó el partido de forma muy insulsa. Muy a diferencia de los encuentros anteriores como local, el Castilla no marcaba el estilo de juego. Balones en largo, circulaciones lentas, interrupciones continuas y faltas muy duras de los visitantes toleradas, una vez más, por el delegado de ese comité que ni es técnico, ni menos aún arbitral, caracterizaban un entorno imposible de neutralizar por los locales. No obstante, el rival apenas proponía nada que no fuera dar patadones al balón y al ariete contrario, por lo que los nuestros tampoco padecían atrás.

En el 12’, un patadón a Pablo por detrás se salda con una falta sin amonestación, lo que ya no sorprende viendo lo que viene a hacer los delegados del CTA con el Castilla. El libre directo, muy centrado y a pocos metros de la frontal del área, es muy bien lanzado por Javi Hernández, aunque un poco centrado. El meta gallego logra rechazar el balón al larguero, evidenciando la falta de fortuna de este equipo con los palos.

En el 25’, el último hombre de campo del Racing, Fornos, se entretiene con el balón y se ve sorprendido por un rápido sprint de  Marvin, que acude como un relámpago  a presionarle. El zaguero patea, pero Marvin está ya demasiado encima y el balón, tras golpear en el madrileño, sale con cierta fortuna muy alto pero hacia la portería visitante. Marvin lo controla perfectamente y lo conduce hasta el punto de penalti, desde donde resuelve magníficamente con el interior para establecer el 1-0.

El juego de los minutos siguientes hacía imposible prever el desastre que se avecinaba en lo que quedaba de primer tiempo. El Racing intentó adelantar líneas y crear juego, pero sus pases morían en robos en el medio campo blanco y eran culminados con contragolpes de diverso peligro.

Sin brillantez pero con placidez, iban cayendo los minutos. Sin embargo, en el 31’, los gallegos sacaron un córner y el colegiado no perdió la ocasión para nivelar el encuentro, al pitar penalti por un ligerísimo agarrón de Ayoub. A buen seguro que este criterio será tan duradero como el de la expulsión de Modric en Vigo, pero es lo que nos toca vivir mientras el club siga sin hacer nada por revertirlo, con el mismísimo presidente como testigo hoy desde el palco de una nueva tropelía. Juan Antonio lanzó el penalti a la derecha de Altube, muy ajustado al palo, haciendo inútil la buena estirada del cancerbero local, que había adivinado el sentido del disparo. 1-1.

Los nervios llegaron y con ellos, el juego del Castilla se volvió espeso e impreciso, con errores continuos en los pases. También se tornó en peligroso, pero para la portería de Altube, al ser muchas de las pérdidas en la salida de balón cercanas al área local y con el equipo muy descolocado.

En el 39’, se produce la jugada del segundo tanto visitante. Una recomendación para explicarse por qué este equipo regala puntos de una forma tan generosa es observar con detenimiento la repetición de la jugada. El balón está en la línea defensiva visitante. Los locales inician un amago de presión arriba, replegándose sin concentración alguna en cuanto la defensa gallega cede el balón a su arquero que, levanta la cabeza, y da un paso raso de más de 50 metros a su ariete. Si incomprensible es que nadie alcance a cortar la pelota, más lo es aún que Juan Antonio, el 9 ferrolano, llegue a recibir sin que nadie se le anticipe, ya que ninguno de los centrales salió a cubrir su caída a la medular. En esas se vio el gallego, sin nadie a menos de diez metros de radio y con todo el tiempo del mundo para abrir a la derecha por donde entraba Armental como un rayo, muy en ventaja porque Fran cerró su posición para compensar la tardía salida de Javi Hernández hacia Juan Antonio. Cuando el lateral izquierdo acudió, le dio demasiado espacio interior a Armental, que aprovechó para filtrar un paso raso hacia el centro a la altura del punto de penalti. La pelota es interceptada por Blanco que, aunque a contrapié, tenía alternativas de sobra al rechace flojo y al centro del área que efectuó, y que constituyó una excelente asistencia a Fer Beltrán, que de disparo raso con el interior batió a Altube por su derecha. 1-2.

Este despropósito resume el pésimo rendimiento del equipo en determinadas ocasiones, en especial de la línea defensiva,  en que parece desconectarse del partido. Se llegan a cometer en la misma jugada hasta cuatro errores muy graves consecutivos, y estos obsequios nuestros rivales no los van a rechazar.

Con este resultado se llegó al descanso. Raúl no hizo cambios de inicio y la segunda mitad comenzó aún peor de lo que había finalizado la primera. No había ritmo de circulación, regates, ni apenas movimientos sin balón, siendo las imprecisiones en los pases y las pérdidas de balón que conllevaban completamente desesperantes.

En el 52’, Raúl introdujo dos merecidísimos cambios. Primero, por el tono absolutamente gris de los que salían, Ayoub y Baeza, y segundo, por el buen rendimiento que dieron los que entraron: Fidalgo que reaparecía tras su lesión, y Franchu que parece comenzar a coger ritmo. Fidalgo ha demostrado hoy, a pesar de la derrota, que es un jugador imprescindible. El asturiano tiene la inteligencia para aparecer en las zonas en que sus compañeros necesitan opción de pase, la calidad para controlar y levantar la cabeza,  y el talento para servir el balón con precisión quirúrgica por donde los rivales no alcanzan a cortarla.

En este océano de imprecisión, la entrada de ambos cambió desde ese minuto el panorama del partido. Franchu ocupó la derecha y, una vez más, Jordi jugó en el puesto de Baeza. Y otra vez más lo hizo mejor que el andaluz, que no está en su mejor momento con el cuadro castillista. El cuadro local comenzó a jugar y a crear ocasiones, como las de Franchu en el 62’, tras una incorporación de Javi Hernández o la del argentino otra vez en el 67’, tras una exquisita jugada en pared con Fidalgo.  Poco antes, se había lesionado Víctor Chust, que tuvo que ser sustituido por de la Fuente, lo que dejó sin más posibilidades de cambios a Raúl.

El dominio local sólo se vio alterado por dos ocasiones de los gallegos, muy claras eso sí, y de nuevo como resultado de dos generosísimos regalos de la zaga blanca. En el 69’, Javi Hernández, muy mal en el día de hoy, pierde la pelota incomprensiblemente como último hombre, sirviendo una perfecta asistencia para que el rapidísimo Armental se vaya desde campo propio sin oposición hacia la meta madridista. Armental pone en evidencia la rapidez de Dela, que no llega ni a molestarle, siendo prácticamente el propio Javi el que estorbe la acción de disparo del gallego, que se va fuera por poco. En el 71’, el Castilla demuestra una vez mal lo mal que defiende a balón parado. Un saque de banda del lateral Villarejo es despejado tímidamente y sin contundencia por Blanco una vez más, que deja la pelota a Fer Beltrán, cuyo disparo a bocajarro salva milagrosamente Altube.

A partir de ese instante, el Castilla se rehízo con más fuerza aún y comenzó a jugar su fútbol del Di Stefano,  pero esta vez, para desconcierto de todos, en los últimos minutos de encuentro.  Encerró a los visitantes en su campo y consiguió una serie de ocasiones muy claras de gol.

En el 72’, Blanco sirve a Marvin, cuyo pase no alcanza en boca de gol Pablo por milímetros. En el 76’, una preciosa combinación tras un córner en corto entre López, Jordi y Fidalgo por la derecha, termina con un magnífico servicio de este último como colofón a su extraordinario desmarque, pero Marvin no llega por un pelo con toda la portería para él. En el 78’ Jordi efectúa un excelente cambio de juego desde la derecha que recoge Franchu en la banda contraria. Encara al rival, recorta hacia dentro pero su disparo por la derecha sale demasiado orientado al primer palo, donde no sorprende al meta local que estaba muy bien colocado.

Desde ese instante, al Castilla le fue más difícil mantener el ritmo de ocasiones. El técnico visitante, Emilio Larraz, interrumpió sabiamente estas oleadas recurriendo a los cambios. Sus jugadores tiraron de simulaciones para perder tiempo, contando para ello con la inestimable colaboración de un señor de negro al que le decían árbitro. No obstante, se alternaron algunas jugadas de peligro desde el 85’ al final en ambas áreas, sin que el resultado sufriera variación.

Derrota de los nuestros y varias conclusiones a extraer:

– Con esta defensa no se va a ningún lado. Falta contundencia en los despejes, hay errores de concentración monumentales en las marcas y se defienden pésimamente las acciones a balón parado.

Al más puro estilo del primer equipo, el Castilla es incapaz de controlar un partido con marcador a favor. Esto sí está en el debe de Raúl González.

Baeza lleva unos partidos lejos del nivel que se espera de él. Le está costando mucho adaptarse a la categoría y el equipo lo nota.

¿Por qué no se ha sentado Rodrygo hoy en el banquillo? No deberían desperdiciarse ocasiones en que pueda jugar, aunque sea unos minutos, en el Di Stefano. Es bueno tanto para el filial como para el propio futbolista. Esperemos que haya habido alguna razón relacionada con su condición física y no una sinrazón de esas para las que nadie tiene respuesta. Hoy faltaban Pedro y Latasa y, por mucho que Rodrygo no sea ariete, podría haber dado alternativas casi hasta de portero si me apuran, porque su nivel está muy por encima del de la Segunda B.

Lo más positivo: hoy el equipo aguantó en los segundos cuarenta y cinco minutos y, además, reapareció Fidalgo a un excelente nivel. Fidalgo es imprescindible y es muy superior a sus potenciales sustitutos. Además, hoy ha sido el primer partido en que Franchu Feuillassier ha recordado al de antes de su grave lesión. Nos alegramos mucho por el argentino, que ha pasado por una verdadera tortura.

Nos vamos de mitad de tabla hacia abajo y con cierto riesgo de entrar en una mala dinámica. El siguiente partido va a ser importantísimo para cortar esta racha y tratar de conseguir algunas victorias consecutivas.


RESULTADO FINAL

Real Madrid Castilla 1 – Racing Club Ferrol 2

 

GOLES

1-0 (min. 24) Marvin.
1-1 
(min. 32) Juan Antonio (p).
1-2 
(min. 40) Fer Beltrán.

 

ALINEACIONES 

Real Madrid Castilla: Altube, Sergio López, Fran García, Chust (De la Fuente, 58′), Javi Hernández, Ayoub (Fidalgo, 53′), Bravo, Baeza (Feuillassier, 53′), Marvin, Jordi y Pablo.

Racing de Ferrol: Diego Rivas, Seoane, Fornos, Bruno Rivada, Villarejo, Armental (Pau Bosch, 85′), Rodellar, Tavares, Fer Beltrán (Dani Ábalo, 79′), Juan Antonio y Joselu (Álex López, 68′).


Imagenes: realmadrid.com