CRÓNICA | Descansando de la Euroliga: Real Madrid 89 – 64 Montakit Fuenlabrada

Una crónica de: @Tere_Stegen

Después de una semana de mucha actividad y de un partido de Euroliga con el siempre peligroso Maccabi, recibíamos en casa a un Fuenlabrada que perdió la oportunidad de desquitarse de los 55 puntos de diferencia con el que les castigó el Real Madrid en la Supercopa. Esta vez, el castigo fue menor, de 25 puntos, pero el partido pareció sentenciado casi desde el primer cuarto, si bien la confirmación llegó en el tercero.

Hoy Laso decidió dar descanso a Jeffrey Taylor y Facundo Campazzo y no dio minutos tampoco a Trey Thompkins ni Salah Mejri, si bien decidió poner en cancha a Felipe Reyes (12 minutos, eso sí) y a Rudy Fernández y Jordan Mickey (apenas 8), en un partido que parece que sirvió fundamentalmente para que se fogueasen los que lo aparentemente más lo necesitan para coger ritmo de juego, como Laprovittola y Causeur y para que se fogueasen los jóvenes, como Usman Garuba y Mario Nakic, de los que el público madridista quiere seguir viendo cosas. Con todo, destacaron el juego coral, físico e inteligente a la par de un Real Madrid que estuvo muy por encima de su rival en el día de hoy.

A destacar el arranque brutal de Tavares, quien acabó con 8 puntos y 12 rebotes, y de Jaycee Carroll, con 15 puntos, quien está en proceso de convertirse en Benjamin Button en esta temporada. Muy lucido fue el final de Deck y bastante decente el partido de los canteranos, sobre todo de Garuba, cuyos 6 puntos y 8 rebotes ya no abren las noticias.

El Fuenlabrada planteó al inicio un buen nivel defensivo, pero Tavares se encargó de destrozar las defensas rivales con seis puntos consecutivos y un triple del argentino Nico Laprovittola terminó por desanimar el intento fuenlabreño de los primeros minutos, que con un esfuerzo defensivo extra logró empatar el encuentro en el minuto 6. Aunque poco iba a durar el espejismo, ya que al sujetar al caboverdiano, quedó liberado Garuba, quien coadyuvó a conseguir la escapada madridista ante el desacierto de los visitantes, finiquitando el primer cuarto con un 22-14.

En el segundo cuarto, Rudy Fernández tomó el mando del quinteto madridista. También empieza a no abrir telediarios, pero nuestro Jordan Mickey volvió a deleitarnos con un mate y un tapón espectaculares y Sergio Llull, que también parece haber bebido de la misma fuente de Carroll por cómo ha comenzado la temporada, corrió de costa a costa para combinar con Felipe Reyes y hallar, cómo no, a Jaycee Button absolutamente solo, quien puso el triple que llevaba a 15 la diferencia (31-16) en el minuto 13.

La bronca de Jota Cuspinera en el tiempo muerto resonó sobre la megafonía del Palacio y pareció que el Fuenlabrada reaccionaba, pero pronto dejaron de contar con acierto anotador, mientras que el de Jaycee continuaba. Mickey siguió castigando a los visitantes con sus mates y un triple de Felipe Reyes puso en 17 puntos (48-31) la diferencia al descanso.

En el tercer cuarto, el Fuenlabrada pareció olvidarse de defender y aparecieron Randolph con dos contundentes triples y Causeur con dos escapadas que llevaron a los blancos a ponerse 63-36, en el minuto 25, e incluso llegaron a alcanzar una diferencia de 31 puntos. Unos últimos minutos de maquillaje visitante en el tercer acto consiguieron rebajar la victoria blanca, poniendo un 69-43 en el marcador.

Sin embargo, el juego coral y dinámico del Madrid volvía a imponer su ritmo frenético en el último cuarto con un hiperactivo y acertado Gabi Deck, que volvió a poner la ventaja blanca en treinta en el minuto 34 del encuentro (75-45). El Fuenlabrada consiguió recortarla a 25 puntos en un final carente de emoción y tensión, mientras el Real Madrid, que se encontraba descansando de la Euroliga y probando cosas nuevas, se llevó la victoria del partido a casa. Una victoria y un partido que nunca habían salido de ella. 89-64 al pitido final.


Imagenes: realmadrid.com