PREVIA | Khimki vs Real Madrid | Euroleague | Jornada 26

Una previa de: @danipuerto6

La jornada 26 de la Euroliga nos deja un choque que, si a priori y mirando la clasificación, podríamos pensar que el Madrid parte con una clara ventaja sobre el Khimki, la realidad de ambas plantillas y sus potenciales, dicen lo contrario.
Hablar del Khimki es hablar irremediablemente de Alexey Shved. Sólo ha jugado diez partidos de los 25 disputados hasta ahora por lesión y ese hecho ha determinado que el equipo ruso se encuentre ahora mismo a cuatro victorias de la octava y última plaza que da acceso a playoff. Khimki es de las plantillas más largas y de calidad de la Euroliga, pero la sombra del genial jugador ruso es tan alargada, la dependencia que tienen es tanta, que pese a la calidad que atesora la plantilla, fue cediendo derrotas ante equipos de muchísima menos entidad baloncestística.

Pero ante el Madrid sí estará Shved y todo lo que eso supone para el Khimki. Cierto es que tras su regreso, la versión que vemos de la estrella rusa es una versión errática, al menos en la competición europea, donde lanza sobre el 30% de acierto y ha perdido casi seis balones de media en los dos partidos que ha disputado. Tanto tiempo alejado de las pistas es lo que tiene, que pillar un estado óptimo de forma cuesta. Y de eso sabe mucho su rival de esta jornada, que sigue inmerso en la búsqueda del mejor Sergio Llull.

Para Khimki, dominar el rebote debe ser parte fundamental del juego, pues si el Madrid es el dueño de los rechaces e impone su ritmo, las opciones de victoria bajan considerablemente para los rusos. La mala noticia para el equipo de Kurtinaitis es que el Madrid, que venía de un mes horrible en resultados y juego, ha emergido y de nuevo se muestra como una máquina de fabricar buen baloncesto. Los tres últimos partidos de los de Laso, dos en la Liga Endesa y el tercero ante nada menos que Fenerbahçe en Euroliga, son una oda a la intensidad, a la velocidad con criterio en ataque y sobre todo a la defensa.

Imagen: bckhimki.ru

Figuras como Randolph o Tavares han resurgido y su nivel, ayuda a que los blancos retomen un juego más coral, donde los interiores asumen más responsabilidades ofensivas, lo que abre el abanico de anotadores y perjudica las defensas rivales. Así, con el resurgimiento de los dos interiores blancos, sumados al buen momento de Ayón, el Madrid vuelven a parecer aquel equipo que maravilló por su juego en la Final Four de Belgrado hace casi un año. La batalla por dominar la zona contra los interiores de Khimki será brutal, con Anthony Gill, Jordan Mickey y Malcolm Thomas como estiletes “rusos” enfrentados al mejor equipo reboteador de Europa, el Madrid de Ayón, Randolph y Edy Tavares.

Pero el equipo de Rimas Kurtinaitis y al igual que el Madrid, se orienta desde el juego exterior hacia el interior. En ambos equipos, son los exteriores quienes canalizan toda la ofensiva, los que se convierten en alfas y omegas del juego de su equipo, los que gestionan las posesiones y marcan el tempo de juego que les interesa, ya sea en la faceta anotadora o siendo los encargados de hacer partícipes del juego a los interiores, que en muchas ocasiones sólo tienen que esconderse y aparecer para ser doblados y anotar.

Son jugadores como el propio Shved, Markovic o Crocker los que generan el desequilibrio necesario en la defensa rival, teniendo en Rudy, Campazzo y Llull a sus contrapartidas en el equipo español. Precisamente, el duelo Shved-Llull será de los más interesantes por el parecido que ambos jugadores tienen en su juego y la ascendencia sobre sus equipos, aunque será un duelo ofensivo, porque sería de extrañar que ambos se emparejasen, pues normalmente se encargan de anular a las estrellas rivales, Dee Bost por parte rusa y Jeffery Taylor por la madridista.

En definitiva, un duelo que sumaría algo más que una victoria, pues para el Madrid sería asegurar ser cabeza de serie en Playoff y para el Khimki poder seguir soñando con esa octava plaza que da acceso a la post temporada europea.


Fuente: planetacb