Victoria sin aspavientos: SD Eibar 0 – 2 Real Madrid

Una cronica de: @luismanper

Llegó el Madrid a Ipurúa envuelto en un mar de sensaciones, intentando levantarse del KO del Clásico como ese boxeador que cuando lo tumban en la lona, intenta ponerse de pie dando bandazos hasta que recupera la verticalidad, pues nuestro equipo está inmerso en esos vaivenes que le llevan a ponerse 0-4 sin problemas en 75 minutos y encajar 3 goles en un cuarto de hora como pasó en Ucrania el miércoles, y todo ello sabiendo que si no mantenía hoy la distancia de 6 puntos con el Barça, el título de Liga se escaparía irremediablamente.

Salió Benítez con un once donde combinaba bajas y rotaciones, alineando a Keylor Navas en la portería, a Carvajal, Pepe, Nacho y Danilo en los laterales debido a las bajas en defensa el Real Madrid tuvo que jugar hoy con 2 laterales diestros, en el mediocampo Benítez tomó su decisión técnica más controvertida sentando a Casemiro para seguir apostando por Toni Kroos en el eje del equipo, de interiores jugó la dupla croata con Modric y Kovacic y en la delantera jugó James en la derecha, Bale en la izquierda y Cristiano Ronaldo de delantero centro, quedando en el banquillo Benzema.

Empezó el partido el Real Madrid intentando adueñarse del balón pero el gran sentido de los mediocentros eibarreses Dani García y Escalante dificultaban sobremanera la actuación de nuestros mediocampistas, especialmente de Kroos que solo le salían bien los pases largos, pero que no era capaz de dar pases cortos ni de recuperar balones, la primera oportunidad de gol la tuvo el Éibar en un balón colgado al área de Keylor que Pepe consiguió despejar a duras penas, el conjunto vasco poco a poco se acercaba a nuestro área aunque sin crear peligro claro, eso lo aprovechó Modric poniendo un pase fantástico a Cristiano que lo dejó solo ante Asier Riesgo, pero al astro portugués se le hizo la portería pequeña y acabó chutando al muñeco, por lo que el portero vasco sacó el balón.

El partido continuó siendo muy duro con continuas interrupciones y faltas del Eibar, aunque la primera amarilla del partido se la llevó Kovacic por una dura falta a un rival, poco después fue Danilo quien recibió una entrada muy fuerte y estuvo a punto de no poder seguir jugando, por lo que Álvaro Arbeloa llegó a calentar, pero afortunadamente el lateral brasileño se recuperó y pudo seguir jugando por la izquierda, donde hoy ha demostrado que en sus apariciones por la derecha pero, en la que le ha faltado el centro final, también Carvajal sintió molestias en el primer tiempo pero pudo continuar.

Al filo del descanso, cuando el partido comenzaba a convertirse en un correcalles, el Real Madrid marcó su primera jugada de estrategia en muchos años, cuando James sacó un córner en corto dándosela a Modric, y el croata puso un centro sensacional al corazón del área que Bale sólo tuvo que peinar para adelantar al equipo en el marcador con uno de esos goles psicológicos que tanto daño hacen a los rivales.

La segunda parte no varió mucho el guión del partido, en el que nuestro equipo siguió siendo el dueño y señor del partido, aunque ello no impedía que el Éibar tuviera alguna ocasión que otra como una jugada de Saul Berjón, en la que tuvo que cruzarse Nacho de manera providencial para enviar el balón a córner, que a su vez se repitió 3 veces porque los hombres de Benítez no eran capaces de sacar el balón del área, finalmente a la tercera el central local Pantic remató fuera.

Benítez introdujo a Lucas Vázquez en lugar de James para dar más rapidez al equipo, pues el colombiano cuajó un gran partido en labores defensivas pero no destacó en ataque excesivamente, poco después Cristiano Ronaldo marró su segunda mano a mano del partido quedándose por segunda vez solo ante Riesgo y estrellando el balón en lateral de la red, minutos después saldría Casemiro en lugar de un cansado Kovacic y siguió el papel destacable de Lucas Vázquez que subía y bajaba la banda incansablemente y intentaba tirar el desborde cada vez que podía, en una de ellas el gallego provocó una falta lateral que además de costarle la amarilla, provocó cierto peligro en la portería de Keylor pero pudo ser despejada por Danilo.

Poco después iba a lesionarse Dani Carvajal, pero justo antes de romperse y ser sustituido por Benzema, el lateral del Leganés le filtró al gallego un pase magnífico y Lucas Vázquez desbordó a su defensor dentro del área y le dejó la pierna trabándole por lo que Gil Manzano pitó un penalti mucho más dudoso que el que se había tragado minutos antes, cuando el defensa del Éibar había empujado a Cristiano Ronaldo impidiéndole descaradamente saltar a por un balón. Pero debe ser que le remordía la conciencia al trencilla extremeño y la siguiente jugada polémica la pitó, por lo que el astro portugués pudo por fin marcar el gol que tanto había intentado marcar, con chilenas ridículas y con sus enésimas faltas directas estrelladas en la barrera, en la que pudo haber otro penalti por mano de la barrera, pero con manos y sin manos las faltas directas lanzadas por Cristiano Ronaldo empiezan a ser desesperantes, incluida la falta que cerró el partido.

El Real Madrid hoy dado una imagen muy fiable y solvente, aunque también ha tenido ratos plomizos en los que era dominado por el Éibar. La peor noticia del partido de hoy fue la lesión de Carvajal, por lo que el número de lesiones en lo que va de temporada se eleva hasta las 16, los que el año pasado lanzaban a los perros a Ancelotti por tener 8 lesiones musculares, a estas alturas de temporada estarán volviendo a sus cuevas.

De momento y mientras no vuelvan las buenas sensaciones lo mejor es ganar por lo civil o por lo criminal, que diría Luis Aragonés, porque estos puntos tienen poco mérito ganarlos pero son un fallo garrafal perderlo y en esos campos se pierden Ligas. De momento, estamos a 6 puntos del Barça en Liga y quedan 75 puntos por disputar, así que la Liga es muy larga y nadie sabe lo que pueda deparar, porque si alguien nos dice el año pasado después de salir de Éibar ganando por 0-4, que íbamos a volver al año siguiente sin ganar ningún título y en una crisis de confianza y resultados enorme después de ser humillados por el Barça y sin Casillas ni Ancelotti en la plantilla, lo hubiésemos tomado por loco.