Atrapado en el tiempo

Un articulo de: @resurreccion_93

La frustración que sentía Phil Connors (Bill Murray) cuando cada mañana al levantarse veía que su historia se repetía de nuevo, que su estúpido reportaje sobre el día de la marmota era su único futuro, es la que yo sentí anoche viendo el primer partido de la temporada 2015-2016.

Ver el partido de anoche me retrotraía inexorablemente a temporadas recientes. La ultima década se me venía a la cabeza de manera frustrante. Otra vez lo mismo, da igual el inquilino del banquillo. Es como si hubiese visto este partido mil veces, siempre el mismo desdén, la misma autocomplacencia, siempre esa misma creencia estúpida de que somos superiores y que acabaremos ganando el partido porque somos el Madrid. Pero estos chicos que hoy visten la camiseta blanca, solo tienen en común con los que se paseaban por España ganando casi todas las ligas, en el escudo, pero no en el coraje ni en la forma de afrontar los partidos.

Aquellos sabían que el miedo que habían sembrado sus antecesores se corroboraba en el presente saliendo a morder desde el primer minuto, aplicando en el campo un ritmo y un acoso al rival que este no tenia mas remedio que claudicar, volvía el Madrid y les tocaba perder. Los de hoy quieren ganar desde su atalaya de supercracks, sin despeinarse, sin mancharse de barro. Solo cuando falta media hora y se dan cuenta de que el rival no ha quedado impresionado con sus filigranas cara a la galería, ni con sus botas «customizadas» especialmente para ellos, es cuando deciden remangarse e intentar solucionar en los últimos 30 minutos lo que debieron dejar resuelto en los 30 primeros.Y esto no viene de ayer, viene ya de lejos, podría decirse que este partido es un frustrante «Deja vú» un cabreante volver a los errores de esta ultima década paupérrima en titulos, mas si la comparamos con los onerosisimos sueldos cobrados por nuestras estrellas y las descomunales cantidades pagadas para que jugaran aquí.

El odio sembrado por la prensa canallesca sumado a la indolencia de nuestros jugadores hace que perdamos puntos vitales, los que te hacen ganar ligas. Aludo a la prensa porque se encargan durante toda la semana de inyectar sangre en los ojos de aficionados y equipos de las ciudades donde nos toca jugar y así desde la llegada el ambiente bélico cala de tal manera que no se permite ni un minuto de asueto durante el partido. Cientos de artículos hablando de sueldos siderales de diferencias de presupuesto e incluso dejando caer insidiosa mente una falsa arrogancia de nuestro club, que parece debiera pedir perdón por ser el más laureado del fútbol mundial.

Nuestros rivales salen a morir en el intento de que al menos no ganemos, la intención es perjudicarnos al máximo, que no ganemos la liga, cualquiera menos el Madrid. Es el precio que hay que pagar por ser los mas grandes. Pero nuestros jugadores sabedores de esto deberían salir con la tensión y la actitud necesaria para cercenar de raíz ese ardor bélico antimadridista. Por el contrario se dedican en los primeros minutos a contemporizar y exhibir su superioridad técnica con displicencia enardeciendo aun mas a los contrarios y motivandolos a pertrecharse para que tengamos que sudar sangre si queremos ganar.

Cada vez son mas los campos en los que la agresividad de las aficiones es abyecta, aunque luego sea nuestro club el que juegue partidos benéficos para aliviar sus economías o para ayudar a sus vecinos. Pero hay campos donde históricamente ese rechazo cercano al odio es mas exacerbado y uno de ellos es «El Molinon» cuna de la mítica frase despectiva «Así, así gana el Madrid». Pero claro en la ultima década hemos adolecido de un capitán que arengara a sus compañeros recordándoles este tipo de detalles, que les hiciese sentirse partícipes de esa historia y con la necesidad de golpear deportivamente a aquellos que habían intentado manchar o desprestigiar la historia del club. Huérfanos de capitanes que contasen a novatos y extranjeros que defendían el honor del Madrid y por eso ese partido era tan importante como una final de Champions. Capitanes preocupados por sus cuentas corrientes y por sus renovaciones… Estúpido señorío e indolencia paseamos por los campos de España perdiendo ligas sin parar. Ayer de nuevo me vi ATRAPADO EN EL TIEMPO…

¡Hala Madrid!