OPINIÓN | La magia de la primera vez

Un articulo de: Teresa Arredondo Moreno

No lo tenemos fácil. Pero creo que tampoco nos gustan las cosas fáciles. Cuando todos los equipos y aficiones te hatean y consideran el partido de su vida ganarte (mucho más si te joden un título), cuando tienes que aguantar un especial televisivo de «el Madrid no juega a nada», cuando en tu cole te dicen que eres del equipo de los señoritos, cuando en la Universidad tienes que defender que no eres ni facha (o sí, qué mierda les importa a ellos) ni del equipo del régimen, cuando te peleas hasta con los de tus mismos colores por quién tiene más gol o por si es mejor cantera que cartera,… Cuando no juegas mejor que nunca pero te ganas dos Champions seguidas, una Liga tirando de épica, dos Supercopas (que no quiere nadie, pero para tus vitrinas van), te clasificas para jugar la Copa del Rey (otra cosa que nadie quiere pero que otros te restriegan cuando no ganas)… Está claro que no te gusta lo fácil. A mí no me motiva. Ni quiero ser objetiva. Me habría hecho de otro equipo, la verdad.

Ayer jugamos un partido bastante malo. Lo sé, estaba allí. Y encima llovía. Y hacía un frío del carajo. No ganamos, empatamos, con una banda que vino a flipar con el vestuario y a hacer el partido de su vida. Y vaya si lo hicieron. Pero ayer pasamos, sin pena ni gloria, pero pasamos. Vais a leer crónicas buenas y análisis sesudos de lo que nos pasa. Ésta no es una de ellas. Lo que nos pasa es que no nos gusta lo fácil y tenemos un entrenador que quiso probar lo que tiene en el banquillo del equipo. Y lo probó, vaya que sí, todo junto. Intentó dar gusto a todos los que demandan más minutos de Theo, de Ceballos, de Borja,… Probó a los que venían de largas lesiones. Hizo los cambios antes que en otros partidos. Y dijo estar contento porque había visto lo que quería ver y porque habíamos pasado. Objetivo conseguido. Ay que inocente eres, Zizou. Si hubieras pegado un golpe en la mesa, hubieras pegado la espantada de la rueda de prensa o hubieras vendido a tus chicos, seguro que hoy la prensa y la afición hubiera dicho ole tus cojones galos…. En fin.

Yo empecé diciendo que no me gusta lo fácil ni soy objetiva. No puedo. Yo ayer vi a mi hija al lado mío, a pesar del frío, de la lluvia y del sueño que ya en el metro la hizo vencerse y la he escuchado decirme que quiere volver al campo. Que le encantó ver jugar al Madrid. Se quitó el abrigo cuando Bale hizo una asistencia de mago, para que su jugador favorito viera el dorsal con su número. Le aplaudió, le llamó. Saltó conmigo cuando marcó un gol en clarísimo fuera de juego, sólo por el placer de verle recuperar esa sensación de marcar en el Bernabeu. Gritó cuando casi marca y gracias a él nos volvimos a plantar delante de la portería de nuevo. Contra toda lógica, porque el Madrid tenía que golear al Fuenlabrada. Contra todos los que se iban del campo cuando quedaban veinte minutos. Mi hija tiene seis años. Es lista, es inocente, es una criatura maravillosa que cree. Y yo no soy ninguna de esas cosas, pero también creo.