por Un articulo de: @AngeluisAlba
El Real Madrid de Laso a sufrido más lesiones graves en los pocos meses que llevamos de competición que en los seis años anteriores, no quiero hacerle responsable precisamente de los factores puramente circunstanciales y de mala suerte que conllevan siempre este tipo de lesiones, en la única en la que quizás pueda tener algo de relación es en la de Sergio LLull (aunque el menorquin se lesionara de gravedad con la selección), debido a las minutadas que nuestro base/escolta juega con el Real Madrid, un jugador con un corazón tan grande que exprime en demasía su físico en pos del bien del equipo y en detrimento de su salud.
Nuestro equipo, exigido siempre desde la auto exigencia máxima y ante la vorágine de partidos absurda de la competición patria, donde claramente sobran no menos de dos o cuatro equipos y unido ello a la exigente nueva Euroleague donde cada partido es a “cara de perro”, exige un esfuerzo físico cada vez más cercano a la competición americana. En la NBA, los equipos cuentan con una plantilla de jugadores bastante superior a la europea, pero es que además cuentan con grandes ventajas como son la del uso de medicamentos y sustancias que en Europa se consideran dopantes, ningún jugador americano ni de cualquier país que juegue en NBA pasa ese tipo de control dopante en competiciones como Mundiales o Juegos Olimpicos por un acuerdo tácito con la FIBA.
Si queremos tener una gran competición europea con grandes jugadores, es momento de que los grandes clubes se planten y miren por la salud de los jugadores a los que pagan y que tanto la FIBA como la Euroleague dejen de mercadear con los jugadores como si fueran carne en un supermercado, el jugador necesita descansar, entrenar y tener una planificación deportiva lógica, con ello se evitarían las lesiones y el espectáculo estaría garantizado.
Si por el contrario, el jugador es exprimido hasta la extenuación como es el momento actual, con una competición ACB de 18 equipos, más una Euroliga de 16 equipos, Copa del Rey, Super Copa y demas competiciones internacionales, todo ello hace que el jugador juegue más de 80 partidos al año, más de dos partidos por semana, siendo prácticamente imposible que se pueda programar por el “staff técnico” el momento idóneo para que la plantilla afronte los momentos importantes de cada temporada.
Laso acaba de renovar, confiemos en que la suerte y su experiencia en un equipo tan exigente como el nuestro haga que llegue a los momentos álgidos de las competiciones en un buen estado de forma deportivo y físico ante esta locura de calendario, ahora nos tocan malos momentos en el equipo, con tres derrotas dolorosas entre ACB y Euroleague, pero ojalá que cuando sea el momento de jugarnos los títulos el equipo llegue sano.
Es cierto que nuestro equipo el año pasado y algún otro ha llegado muy cansado y fuera de forma a citas importantes, como la Final Four o la Liga ACB, pero teniendo en cuenta que se debe luchar cada partido para tener una posición dominante en los “play offs” hace que sean factores a veces imponderables como lesiones o estados físicos o mentales de jugadores los que hacen que fracases o ganes en una gran competición.
