Irrudyctible

Un articulo de: @danipuerto6

Hay personas cuya personalidad obliga a quererles u odiarles, personas que no permiten términos medios ni pasan desapercibidas en nada de lo que hacen. Una de esas personas es Rodolfo Fernández (Mallorca, España. 32 años).

Debo confesar que con Rudy no soy objetivo, debo confesar que Rudy es un jugador que me encanta, me encantó y encantará, sí, lo reconozco, soy un fan incondicional, a partir de aquí, perdonadme si la figura de Rodolfo se engrandece más de la cuenta antes de acabar este humilde artículo.

En la vida baloncestística de Rudy hay un nombre que marca el antes y el después. Ese nombre es Trevor Ariza. El ahora jugador de Houston Rockets y entonces en los Lakers es quien acercó a Rudy a Europa, al Madrid. Fue en un Blazers-Lakers, en la temporada rookie de Rudy cuando después de anotar 11 puntos sin fallo y tras el intento de otra, Ariza agarra a Rudy del brazo cuando estaba en el aire para hacer un mate y lo derriba, recibiendo el de Mallorca golpes en el pecho, codo y el más preocupante, uno en la zona lumbar derecha que le manda la hospital. Apartir de ahí, Rudy no volvió a ser el mismo pese a que tras el incidente, pareció recuperarse totalmente.

Ese momento supuso un punto de inflexión en la carrera de Rudy, donde el ostracismo al que le condenó Mcmillan en Portland tras su regreso a las canchas, los enfados y declaraciones por la situación dentro del roster y sus más que continuas lesiones terminaron con el alero en Denver. Fue durante esa temporada en los Nuggets donde el Madrid contactó con Rudy, fue ahí donde le convencieron para vestirse de blanco y “casarse” con el Madrid al finalizar ese curso en la NBA.  Tengo una teoría, mía, personal y es que a Rudy le convenció Laso cuando jugó aquellos meses locos junto a Ibaka en el Madrid a causa del lockout NBA. Llegaba tan asqueado y aburrido del basket americano, que Laso, viejo zorro, le dio justo lo que necesitaba, un equipo que liderar adaptado a sus capacidades, donde ser la estrella y recuperar el ego perdido. Tengo la sensación de que esos meses aquí fueron el detonante de la llegada de Rudy al Madrid, porque otros como el Barça o el CSKA pagaban más y entonces, tenían proyectos asentados y ganadores, cosa que el Madrid aún estaba buscando.

Y es que hay situaciones que si las comparas, ves que con Rudy se ha sido tremendamente injustos. Un ejemplo:

Nos alegramos de que Llull diese la espalda a la NBA, que prefiriese quedarse aquí, pues esa decisión, ese “no” a la liga americana primero lo dio Rudy, pero esa situación se ha ido al limbo, se ha obviado porque Rudy no es Llull.

Rudy es mucho más que puntos, es por conceptos, el mejor defensor exterior del Real Madrid tanto en situaciones de 1×1 como en ayudas o en defensas zonales. Nadie defiende como Rudy el lado de débil, nadie anticipa ni trabaja líneas de pase como él, nadie se presta a tantos “traps” defensivos, nadie es tan solidario en el rebote de los que juegan por fuera y nadie logra salvar tantos “miss match” contra jugadores más voluminosos y grandes. Concentración máxima que da ese plus defensivo para arrastrar al resto, para imprimir esa garra atrás.

Y es que Rodolfo es siempre mucho más de lo que se ve, porque en ataque, aparte de anotar, facilita el movimiento de balón, ataca a su par generando ayudas que liberen a su vez a otros compañeros y lee como nadie ese último pase que propicie la canasta, Rudy es más que unas estadísticas, es más que un puñado de canastas, es mucho más.

El madridismo es tan particular a veces nuestros jugadores no necesitan de una afición rival que les menosprecie, ya estamos nosotros para perjudicarles… Sueldo, falta de anotación, chulería, gestos, todo vale a la hora de pedir el despido del “5” blanco, todo vale menos justificarle. Su maltrecha espalda, tantas operaciones, eso no cuenta para Rudy, eso no suma en su favor, porque sencillamente Rudy no cuenta con el beneplácito de todo el madridismo.

A título personal quisiera una renovación, me dan igual las cantidades, igual los años de contrato, yo quiero a Rudy en el Madrid porque el Madrid de Laso empezó con Rudy, el Madrid ganador empezó con Rudy y es que como diría algún innombrable, con Rudy empezó todo.

P.D:  Me he permitido robar el título de este artículo de otra sección de El Diario de Mou, de “Las Notas Goodianas”, espero que Michael Good no se me enfade por ello.