Yo quiero

Un articulo de: @pilisinmas

No pienso entrar en fichajes, bajas, errores presidenciales, políticas de club… Eso se lo dejo a los que saben de ello. Evidentemente tengo mi opinión, pero es tan parecida a la de muchos de los que andamos por aquí, que no me voy a molestar en repetirlo todo como si fuera un contestador automático.

Yo quiero fútbol, quiero su esencia, quiero el deporte, quiero césped, porterías, líneas milimétricas sobre el terreno de juego, quiero 22 personas jugando y divirtiéndose y divirtiéndome a mí. En resumen, quiero DISFRUTAR.

Por supuesto, mucha gente no estará de acuerdo conmigo, lo doy por sentado, pero no he vuelto a disfrutar de un partido desde la partida de Mourinho, me gustaba ver los partidos. He pasado dos años, con Ancelotti, renegando, gruñendo, aburriéndome, desesperándome…. Y ahora el futuro se encara con una incógnita de las monumentales. Pero con Mourinho había emoción, había disciplina, había contragolpes eléctricos, había una forma de entender el fútbol que a mí me apasiona. Y entro en cólera mental cuando pienso que eso no va a volver, sinceramente. Es como cuando te despides de alguien sabiendo que es la última vez que le vas a ver. Esa impotencia que te recorre todo el cuerpo y que se manifiesta en forma de ira infinita.

Me gusta el fútbol rápido, vertical y que me haga levantarme del sillón con cada llegada. Me gusta imaginar cómo huelen ellos el césped, cómo lo ven ellos desde primera línea, si ven tan fácilmente un pase interior como lo veo yo en la tele, o un desmarque que se te eriza el vello de pensar en la oportunidad bella y fulminante de marcar un gol. Así disfruto yo el fútbol.  También sufro, eso es así, pero lo hago a partes iguales. No concibo un partido sin un ápice de pesimismo, para volver al optimismo en décimas de segundo. Esa es la gloria de este deporte, limpio, puro sin parafernalias externas, ni tácticas de entrenador, ni fallos individualizados. No soporto jugar a ser entrenador ni lo pretendo, no entiendo de esa faceta del fútbol, soy mucho más simple y visceral que eso, amo el deporte en sí, los 90 minutos que dura el partido y lo amo mucho.

Por eso el mes de junio-julio es un suplicio para mí, por muchos motivos, pero el no ver al Real Madrid en competición, me llena de impaciencia y de mal humor. Procuro no estar muy informada de rumores, dimes y diretes, gilipolleces de la prensa, etc…  No es lo que me va, y me pone nerviosa leer lo mismo contínuamente, es muy, muy aburrido y cansino. Y no solo al Real Madrid, ya quiero ver lo que sea, excepto, por supuesto, al Barça. Nada merma este odio infinito que siento hacia este semi-club que va de lo que no es y que presume de lo que carece. A este nivel estoy.

Así que decididamente, hoy reivindico el FÚTBOL, reivindico ese sentimiento muy parecido al amor en el que una final de Champions te produce el mismo cosquilleo que cuando vas a ver a esa persona que intuyes que podría ser algo grande en tu vida por primera vez. Reivindico la explosión de fuegos artificiales que produce un gol importante, ese por el que das saltos, brincos, gritas hasta quedarte afónico y crees morir de felicidad. Reivindico hasta el estado “plof” que te queda después, cuando has soltado toda la adrenalina del mundo. Reivindico la mala leche que se te queda cuando un partido no sale, no se gana o no se juega como a ti te gusta. Reivindico todas estas cosas porque esto es fútbol. No política. No tácticas. No valoraciones…  Solo FÚTBOL.

Repito, el FÚTBOL  es parecido al amor, es un pase increíble que te recuerda a esas primeras caricias leves y sutiles en la primera cita. Es un control espectacular que te hace alucinar tanto como cuando te miras en los ojos de otra persona. Es un remate que te tensa como el segundo antes del primer beso, esperando a sentir mil emociones distintas… Incluso es la parte mala del amor, la desilusión de cuando no ganas, similar a la que sientes cuando descubres algo que no te gusta en esa persona que creías perfecta para ti. Es la inapetencia que sientes cuando ves que no llega el gol, esa inapetencia que sientes cuando pierdes la confianza en un supuesto amor…

Yo quiero FÚTBOL  ¿Y vosotros?…