¡Marchémonos!

Un articulo de: @resurreccion_93

A ver, desdramaticemos ¿Cuántas cosas hay en la vida que duren eternamente? Si nos pusiésemos a enumerar, veríamos cuantos compañeros de colegio, instituto, universidad, de trabajo, vecinos… han pasado por nuestras vidas y llegado un momento tomaron otro camino diferente al nuestro y a pesar de que guardamos buenos recuerdos de ellos, porque con el tiempo lo malo tiende a olvidarse, vemos que fuimos perfectamente capaces de superar aquel triste momento de la despedida. Cuántos familiares cercanos ya no están con nosotros porque su etapa en esta vida ha llegado a su fin, es doloroso el momento del adiós pero continuamos el camino con la certeza que un día nos tocará a nosotros, lloramos su partida y continuamos caminando. Recientemente tuve que tomar una decisión que cambiaba completamente el rumbo de mi vida y el de mi familia, sopesamos los pros y los contras, pero impulsados en nuestro caso por la fe decidimos romper con la monotonía, con la costumbre, con la comodidad a veces adocenante, arriesgando por algo nuevo, siempre he pensado que el agua estancada se pudre. Sin acritud, sin ira, pero con determinación. Simplemente llegan momentos en la vida en que ves que la rutina mata y que no hay nada bueno que sacar de ahí, es el Kairós.

Hace unos 60 años, Bernabéu, un visionario del fútbol, entendió que las competiciones domésticas se convertían en rutinarias y aburridas si al ganar esa competición no se tenía un premio mayor, un aliciente más llamativo y junto a otros valientes de su tiempo crearón la Copa de Europa. Al principio hubo divisiones, luchas de egos e incluso disputas serias. Pero aquel proyecto salió adelante y hoy es la competición de clubes más prestigiosa del mundo. El título más preciado cada año en el mundo del fútbol.

Podría hablar de todo el prestigio y caché que el Real Madrid ha dado a la Liga española, de cómo el hecho de que el mejor club del siglo XX y de lo que va del XXI realza y da repercusión mediática a esta competición, podría relatar como tantas ciudades españolas han sido reconocidas en el mapa gracias al interés que despertaba en otros lugares del mundo que el Real Madrid jugase allí; podría recordar cuantos cientos de jugadores de nuestra cantera han contribuido a que clubes más modestos hayan dado un salto de calidad y pudiesen luchar en igualdad contra otros equipos más poderosos. Podría hablar de cuantas veces hemos mandado a nuestro equipo a jugar sin cobrar un céntimo para salvar las precarias economías de clubes en quiebra económica o que han sufrido desgracias de cualquier índole o cuantos estadios hemos inaugurado de forma altruista para que la inauguración tuviese relumbrón y repercusión más allá de sus provincias. Pero hoy ya no lo recuerdan, lo han olvidado, no les somos gratos.

Podría hablar de cuantos periodistas han hecho carrera gracias a tener una entrevista exclusiva con uno de nuestros jugadores que le ayudó para que se consolidara, podría de hablar de los millones de ejemplares que han vendido utilizando el nombre de nuestro club en sus portadas, muchas veces de manera insidiosa, mezquina y mal intencionada, cuando no con mentiras. Pero hoy nuestro presidente no les es grato y para derribarlo atacan a nuestro club desaforadamente.

Podría hablar de los miles de millones de euros que han ganado clubes y empresas mediáticas gracias a contratos por derechos de imagen y publicitarios. Las empresas por poder ofrecer la marca Real Madrid en exclusiva, los clubes por el único mérito de enfrentarse dos veces al año contra el Real Madrid pues el resto de sus partidos a lo largo de la temporada tienen audiencias ridículas ¡Podría hablar de tantas cosas!.

Pero no se puede luchar contra molinos de viento, han olvidado todo eso, no nos reconocen nada, nos odian, hay que aceptarlo. También crucificaron a Jesucristo después de haber hecho milagros. La evidencia es que somos motivo de odio y de rechazo. Ante esa realidad yo opino que esta Liga no nos merece, creo que este periodismo no nos merece, creo que estas gentes envidiosas y resabiadas no nos merecen. Seguir dejando nuestro esfuerzo, nuestro sudor, nuestro empeño en esta competición doméstica adulterada es echar perlas a los cerdos. Después de haber prestigiado esta competición hasta ponerla entre las más punteras de Europa hay que constatar que el cainismo y la envidia ha llegado en toda su dimensión al mundo del fútbol patrio. Nos insultan, apedrean nuestro autobús, difamen e injurian a nuestros jugadores, nos ponen todas las trabas posibles y encima nos llaman prepotentes ¡Así como si tuviésemos que pedir perdón por tener el mejor palmarés del futbol mundial! Todo esto sólo por ganar más que nadie en buena lid. Su envidia les lleva muchas veces a realizar esfuerzos titánicos cuando se enfrentan a nosotros, quedando exhaustos para los siguientes partidos (El Sevilla lleva 4 puntos de 9 desde que se vació para ganarnos en el min 93 y el Celta esta contra las cuerdas en la Copa). Esto es perfectamente legítimo, lo que no es de recibo es aguantar adulteraciones sistemáticas de la competición imponiéndonos los horarios más perjudiciales, soportar arbitrajes sibilinos, dañinos, premeditados, alevosos, que además conllevan doble vara de medir a la hora de ser sancionados por los comités, con el regocijo de unos equipos envidiosos incapaces de superarnos por ellos mismos en buena lid. Ataques a nuestros jugadores en todos los campos, con insultos injustificables tomados ya por norma, eliminaciones administrativas cogidas con pinzas, persecución mediática ante cualquier decisión de fuerza que el club tan siquiera piense como el nuevo vómito editorial de Rebaño hoy en su Asco, tras el vergonzante aplazamiento de nuestro partido sin buscar soluciones alternativas, con el único propósito de beneficiar a nuestro rival directo en ese partido y al rival directo en la competición liguera. Tenemos que soportar narraciones repugnantes durante las transmisiones de los partidos de nuestro equipo a pesar de ser el equipo que más dinero reporta a esos operadores televisivos.

Llegado a este punto tengo que decirlo alto y claro o si no reviento: ¡Estoy hasta los huevos! ¡Marchémonos! No podemos seguir siendo los cornudos, poner la cama y además asistir al espectáculo aplaudiendo, se puede ser caballero y educado pero nunca gilipollas.

En el resto del mundo futbolístico somos respetados, agasajados, admirados por todo lo que hemos logrado sobre el campo, la gente de Europa no olvida nuestras gestas deportivas, las valora y quieren superarnos en el campo pero sin odio, sin envidia, sin mala sangre. Para cualquier ciudad fuera de España es un evento grande recibir al Real Madrid y nos dan lo mejor que tienen para después en el campo luchar con todas sus fuerzas para vencernos. En España cualquier jornada es una avalancha de improperios de la prensa local para enardecer a la masa borreguil en contra nuestra y crear así una atmosfera bélica irrespirable que tiene eco en la prensa y medios nacionales, presionando a los árbitros y a todo aquel que pueda influenciar en el desarrollo del partido incluso desde los medios políticos. Balaidos lleva años siendo una cochambre ruinosa con algún espectador dañado por desprendimiento de algún material en sus instalaciones pero el señor alcalde no decide clausurar el campo hasta que llega el Madrid para demostrar al mundo entero lo bien puestos que los tiene. Pero los prepotentes somos nosotros por querer jugar en otro estadio cercano como contempla el reglamento.

¿Por qué tenemos que seguir aguantando? ¿Qué nos aporta estar en esta liga de mierda adulterada, preparada claramente para que no la ganemos? ¿Qué nos aporta una prensa desvergonzada que se limita a rascar y sacar mierda de donde no la hay? Ellos nos necesitan a nosotros, nosotros a ellos no. Si el Madrid se va de la Liga las televisiones dejarán de pagar porque los anunciantes no son imbeciles y saben que los abonados de esos canales se irían en desbandada en cuanto el Madrid no jugase. Esos medios que nos vejan e insultan caerían arruinados. Y a los aficionados de esos cutres clubes losers, rencorosos y envidiosos que les den y que se dediquen a jugar entre ellos un torneo de la galleta que no interesaría a nadie.

El futuro es la liga europea, el baloncesto lo está demostrando, todos seguimos con entusiasmo lo que hace el Madrid contra el CSKA, el Maccabbi, el Fenerbahce, el Baskonia… y luego de refilón leemos que ha pasado en la ACB. Así sería una liga europea de fútbol, no tendríamos que soportar a aficiones repugnantes como Biris, Celtarras y demás ralea envidiosa paradedicarnos a jugar cada semana contra Juve, Bayern, United, PSG, Inter e incluso Barça ¿Por qué no?, la rivalidad seguiría pero sin tanta manipulación doméstica que tanto beneficia a los culerdos. En esa Liga sí podríamos jugar de igual a igual.

No nos quieren, ellos se lo pierden, no lo demoremos más, no tengamos miedo ¡MARCHÉMONOS!

¡HALA MADRID… Y NADA MÁS!